El jurado del concurso de Diputación valora la complejidad de unas muestras con matices frutales, vegetales y silvestres “al nivel de los mejores del mundo”
Los miembros del jurado del primer concurso de Diputación, dedicado a valorar los mejores aceites de oliva extra saludables de la provincia de Cádiz, han agudizado el olfato y el gusto para apreciar los diferentes matices de las 8 marcas que han accedido a la cata final. Son aceites “muy complejos”, con diversidad de aromas y “con planos frutales, vegetales y silvestres que pueden competir con los mejores del mundo”. Así lo ha referido José María Penco, director técnico de la Asociación Española de Municipios del Olivo al frente del grupo de expertos que conforman el jurado.
Antes de la ronda final celebrada este jueves en Diputación los aceites en liza se han sometido a análisis en laboratorio para determinar sus propiedades y la presencia de polifenoles. Los polifenoles son sustancias que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria admite como garantía de efecto saludable y que permite transcribir, como tal, en el etiquetado del producto. Se ha constatado que aceites procedentes del olivar de montaña de la provincia de Cádiz destacan por la abundante presencia de polifenoles en su composición.
Tras confirmar esa calidad ha llegado el turno de la “evaluación sensorial” o cata a ciegas para comprobar el dulzor inicial en boca y su progresión en amargor o picor en garganta. El jurado ha concretado sus impresiones y, de la suma de todas esas experiencias, saldrán los ganadores de esta primera edición –sobre productos de la campaña 2018/2019- que se conocerán en un acto público.
Las diputadas provinciales del área de Desarrollo, Innovación y Cooperación Local, Encarnación Niño e Isabel Moreno, así como el diputado del área de Desarrollo Económico y Servicios a la Ciudadanía, Jaime Armario (todos ellos en funciones) han asistido a la cata final de un concurso que sigue una tendencia abierta en el mandato de Diputación aún en vigor: promocionar los productos de calidad de la provincia de Cádiz, considerándolos sectores estratégicos capaces de eclosionar como industrias creadoras de empleo y riqueza.
Jaime Armario ha valorado que el concurso supone una vía adicional para promocionar la calidad de los aceites virgen extra de la provincia de Cádiz, que también se proyectarán desde los restaurantes de la red hotelera Tugasa así como en las acciones de cariz gastronómico emprendidas desde el PatronatoProvincial de Turismo.
Isabel Moreno ha destacado la diferenciación de los aceites gaditanos, convencida en una calidad y un carácter saludable que debe tener su repercusión en los precios. Valora su singularidad, frente a productos procedentes de agricultura extensiva que basan su presencia en los mercados en su peso cuantitativo.
José María Penco considera que hay margen de crecimiento para los aceites virgen extra saludable, considerando además que las producciones de la provincia de Cádiz “no superan a las cifras de consumo”. Una relación que no se da en provincias como Jaén o Córdoba, líderes mundiales en producción. A tenor de esos índices, una mayor penetración comercial de los aceites gaditanos en el consumo interno de la provincia daría un balón de oxígeno a unos productores radicados, mayoritariamente, en la Sierra de Cádiz.
Además de José María Penco han intervenido, en el jurado, los siguientes expertos: José Manuel Bajo, secretario general de la Denominación de Origen ‘Baena’; Antonio Orozco, restaurador; Manuel Ruiz Torres, crítico gastronómico; Charo Barrios, periodista especializada en gastronomía, y Plácido Pascual, jefe de panel del Laboratorio Agroalimentario de Andalucía con sede en Córdoba.
El concurso distingue cinco categorías: el mejor aceite virgen extra saludable absoluto; el mejor frutado verde; frutado maduro; monovarietal; y ecológico.