Cádiz es muy bonito. Eso lo decimos todos los gaditanos… Que si es la ciudad más antigua de Occidente, que si no sé qué de Napoleón, que si la Constitución del 12, y desde hace unos meses tenemos también –como decía la ministra Álvarez- el puente más ancho, más largo y más alto (total un puente).¡La de cruceros que vienen todas las semanas con esos turistas!, casi todos en edad provecta, y casi todos buscando por la ciudad no se sabe muy bien qué, y van como zombis en calcetines y chanclas. Otros se cogen su autobús a pie de muelle y se van a ver las bodegas a Jerez, o ¡cómo bailan los caballos andaluces! Que es algo muy bonito pero que en Cádiz ciudad tendría que ser ¡cómo pican las caballas caleteras! Porque caballo aquí solo hay el que se menudea por los nuevos camellos –caballos y camellos-.
En estas que de vez en cuando sale algún colectivo, algún partido, o algún opinador incauto como yo, encontrando la piedra filosofal para “poner en valor” (que expresión más fea) todo lo que tenemos en Cádiz, y surgen propuestas para posibles museos. Así se han propuestos, entre otros, un museo cofrade, un museo de la explosión (ya me imagino media Europa haciendo cola para ver dicho museo), un museo del espacio, un museo de la batalla de Trafalgar, un museo del flamenco, un museo de la historia de Cádiz (chico trabajo este), un museo de la masonería gaditana, un museo del Cádiz club de fútbol, y por supuesto, un museo del carnaval. Se me olvidan algunas propuestas más, todas interesantísimas que harían de la ciudad en vez de Cádiz tacita de placas, Cádiz ciudad museo, hasta el punto que habría que cambiar la letra de la canción que sería: La Habana es Cádiz con más negritos, Cádiz es La Habana con más Museos.
Y pensaba yo, ¿porqué en vez de tantos museitos con una trascendencia más que cuestionable, hacemos dos o tres actuaciones más atractivas y que de verdad hagan emblemático el lugar donde se encuentre, lo que allí se muestre y el impacto cultural que suponga? Ojo, no desmerezco ninguna idea, pero –como diría mi admirado Pepe Pettenghi- un poné: si hacemos un museo sobre la batalla de Trafalgar ¿qué exponemos? ¿No será que cuando están proponiendo museos en verdad se está haciendo referencia a Centros de Interpretación?
Puestos a epatar, que eso es lo que se hace en los artículos, ¿Nos ponemos a hacer algo que pudiera ser más atractivo y más –como te diría yo- trascendente? Nuevamente, un poné: todos estamos de acuerdo en que lo Fenicio, el yacimiento Gadir, es de un atractivo turístico y cultural de primerísimo orden ¿no sería más adecuado quitarle de lo alto el teatro del títere? Me da hasta coraje cuando algún amigo me dice “voy a ir al teatro del títere a ver el yacimiento fenicio”. ¡Quiten el teatro y pongan arriba un gran centro de interpretación fenicia!, con una inversión que no sería tan elevada puesto que la infraestructura está hecha y el teatro se lo pueden llevar a la sala grande del Baluarte de Candelaria con butacas móviles para poderle dar más usos.
Otra idea descabellada: Por favor, no hagan un mamarracho en el Palacio de Recaño, y en la zona, lo que corresponde, porque en esos subsuelos está nuestra historia, se pueden instalar buenas salas expositivas con materiales del Cádiz Romano, Fenicio, materiales de tantas excavaciones, por ejemplo, hechas en los alrededores del Palacio y sin lugar para su exposición…
Y por supuesto, no, no me olvido de la reivindicación del Carnaval. Yo, perdona que te diga, creo que hacer un museo del Carnaval es rebajar la importancia de nuestra mayor fiesta. Un museo son salas expositivas –con su normativa y todo, no crean-. Mi propuesta, llámame loco, es hacer un gran Centro de Interpretación y estudio que también contemple salas expositivas (lo propiamente museístico) del Carnaval ¿dónde? Pues para mí que la antigua escuela de ingeniería, al lado del Falla, grande, espaciosa, con posibilidades para salón de actos, realidad virtual, salas de estudios, museo…todo todito…y como el Rector Eduardo González y la UCA me dirían “si home, y nosotros qué?” Pues vosotros meteros en el lío con una Cátedra, en condiciones, del Carnaval y algo que negociéis con el Ayuntamiento, que seguro que algo habrá.
Y por último, por amor de dios, el Castillo de San Sebastián debe ser a Cádiz lo que la Isla de la Cartuja fue a Sevilla. Allí sí que hay que hacer el gran Museo de la historia marítima de Cádiz. Cabe todo, hasta el CAS (y de camino dejan libre el balneario de La Palma), se podría recuperar el embarcadero militar de la Avanzada para el CEIMAR… Háganme el favor que hacer algo potente allí sí que merece la pena. Como de dinerito andamos escasos, que se impliquen (pero de verdad virgen santa) todas las administraciones y entidades privadas que estén dispuestas y tengan “hurdores”. Hacerlo para la posteridad, pero por favor que no sean compartimentos estancos como ocurre con las Cortes de Cádiz donde en 20 metros tenemos un Museo de la Cortes, gestionado por el Ayuntamiento, el Oratorio de San Felipe donde se celebraban las sesiones de las Cortes del 12, gestionado por el Obispado, y al lado el Centro de interpretación de las Cortes de Cádiz, gestionado por la Junta de Andalucía. Cada una con sus criterios, horarios…un dislate.
Y ahora que vamos a celebrar que hace 300 años el Estado le quitó a Sevilla la Casa de Contratación para localizarla en Cádiz, el Almirante Pes, desde su tumba, nos mira con descreimiento, a ver qué pasa.
En fin, igual son tonterías mías, aunque si por el contrario son ideas bien acogidas, diré, como suele hacerlo Fernando Santiago: el que viva lo verá.