El Partido Socialista Obrero Español terminó por incorporar en sus programas las reivindicaciones femeninas, habida cuenta del trabajo de las militantes y porque comenzó a ser un tema importante en la España de los primeros decenios del siglo XX. El programa de 1918 incluyó las reivindicaciones sobre el trabajo femenino, ya algo tradicional, el voto, la igualdad civil, abolición del trabajo a domicilio y creación de Casas de Maternidad. El Congreso Nacional de 1929 de Juventudes incluyólas reivindicaciones femeninas de derechos civiles y contra la discriminación legal sobre adulterio, abandono del hogar y asesinato de la mujer infiel, libertad para disponer de los propios bienes, el derecho al voto, obligación del Estado de atender a las madres solteras, y creación de un cuerpo femenino para cuidar a los hijos de las obreras. También se reivindicó el derecho al divorcio.
En la década de los veinte el PSOE inició una campaña a favor del sufragio femenino, liderado por la Agrupación Femenina. La campaña fue intensa hasta el año 1926. El Partido terminó por interrumpirla porque no había consultas electorales al encontrarse en plena Dictadura de Primo de Rivera.
El Partido votó en las Cortes Constituyentes por el sufragio femenino, aunque hubo voces destacadas contrarias como la de Margarita Nelken con el argumento de la baja formación y la influencia del clero, aunque no participó en el debate porque sólo fue diputada a partir de noviembre del 31.
La importancia histórica de la labor de las mujeres socialistas en el PSOE y las Juventudes reside en la plasmación efectiva de parte de esas reivindicaciones cuando se instauró la República, tanto en la Constitución de 1931, como en las reformas legales y labores del primer Bienio. En este sentido, fueron fundamentales los artículos 2, 25, 36, 40, 43, 46 de la Constitución. En 1931 se creó el primer prototipo de Estado del Bienestar en España, destacando el Seguro de Maternidad para las trabajadoras. También hay que hablar de la Ley del Divorcio de 1932, y de la abolición de la prostitución, posteriormente, en 1935 En contrapartida, se avanzó poco en materia de igualdad salarial y fueron más lentos los cambios en los Códigos Civil y Penal en temas de discriminación legal entre ambos sexos.