Red Eléctrica de España ha presentado este jueves en Cádiz el proyecto de interconexión eléctrica que unirá la Península Ibérica y Ceuta, integrando a la ciudad autónoma en el sistema eléctrico peninsular y haciendo que deje de ser una isla energética.
En el acto también han participado la Subdelegación del Gobierno en Cádiz y la Consejería de Hacienda y Financiación Europea de la Junta de Andalucía.
Según ha indicado Red Eléctrica en una nota, se trata de un proyecto de país, estratégico y transformador, que forma parte de la nueva Planificación eléctrica 2021-2026, la hoja de ruta para el desarrollo de las infraestructuras de transporte eléctrico en los próximos años, aprobada el pasado 22 marzo por el Gobierno de España, con carácter vinculante para la compañía.
La presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, ha afirmado que «Red Eléctrica asume el mandato de acometer este proyecto con vocación de diálogo y tiende la mano a la sociedad y administraciones gaditanas abriendo cauces de colaboración y trabajando de manera conjunta para que este proyecto suponga una oportunidad de mejora para este territorio y sus vecinos».
«Llevaremos a cabo esta interconexión con el firme propósito de impulsar la transición ecológica en España y siendo fieles a los valores que nos definen: neutralidad, independencia y servicio público», ha añadido.
Durante el acto, el subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco, ha destacado que «para que este proyecto tenga éxito, debe buscar el consenso y la aprobación de todas las partes. De hecho, este objetivo es el que nos ha traído hoy aquí».
Pacheco, ha hecho hincapié también en el compromiso y la apuesta del Gobierno de España por las energías renovables en el proceso de transición ecológica. «En lo respecta a Red Eléctrica, en marzo se ha aprobado la Planificación de la Red de Transporte de Electricidad 2026, que se centra en un futuro verde para el país». «Esto supone garantizar un suministro seguro con altos niveles de calidad, impulsando las energías limpias y luchando contra el cambio climático», ha añadido.
Por su parte, el consejero de Hacienda y Financiación Europea, Juan Bravo, ha valorado la contribución de esta infraestructura a la vertebración territorial, que además será compartida entre «territorios hermanos» como son Andalucía y Ceuta, y que «permitirá el aprovechamiento de las abundantes fuentes renovables de las que disponemos en Andalucía, contribuyendo así a que nuestra comunidad autónoma sea cada vez más exportadora de energía».
El proyecto, que prevé una inversión aproximada de 221 millones de euros, contribuirá a la descarbonización del Estrecho de Gibraltar, una de las zonas más afectadas por las consecuencias del cambio climático. Así, su puesta en funcionamiento logrará evitar la emisión de 300 kt de CO2 al año, contribuyendo a su vez a lograr los objetivos para 2030 del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, según ha explicado Red Eléctrica.
La interconexión atiende también a criterios de eficiencia económica. Se estima que su puesta en funcionamiento permitirá un ahorro de 30 millones de euros anuales para el sistema eléctrico nacional, lo que se traduce en un beneficio para la región andaluza y sus consumidores.
Red Eléctrica, como transportista y operador del sistema eléctrico español, ha iniciado la tramitación administrativa del proyecto, uno de los más importantes para el sistema eléctrico nacional. Este proceso arranca con una primera fase de información pública en la que la compañía pone el proyecto a disposición de las administraciones y de todos los grupos de interés para garantizar que puedan hacer las consultas y aportaciones al proyecto que estimen necesarias.
La compañía ha señalado que tiende así la mano a todas las administraciones y a la sociedad civil y muestra su «total disponibilidad» para mantener un diálogo y abrir cauces de colaboración durante la tramitación y ejecución del proyecto, buscando en todo momento el mayor beneficio para el territorio.
Red Eléctrica ha afirmado que la interconexión Península-Ceuta se ha diseñado para lograr la máxima integración en el entorno, con la menor afección a los ecosistemas terrestres y marinos y al patrimonio cultural de la zona. Para ello, se han seguido, en todo momento, los más estrictos criterios de sostenibilidad ambiental, económica y social, ha aseverado.
En este sentido, ha explicado que se opta por un trazado soterrado y submarino que rodea los principales núcleos de población y que aprovecha al máximo las infraestructuras existentes, siguiendo uno de los principios rectores de la Planificación eléctrica.
El proyecto contempla la ampliación de la subestación existente Algeciras 220 kV, situada en el polo industrial de San Roque e integrada en un espacio con instalaciones e infraestructuras de usos similares.
Esta se unirá mediante un cable subterráneo, a un nuevo parque de transformación, que, al igual que la subestación existente, estará equipado con tecnología de vanguardia y las máximas garantías de seguridad, con un diseño compatible y respetuoso con los proyectos urbanísticos que se promueven en la zona. Y es que, al ir encapsulada dentro del edificio, la superficie edificada es de escasamente 534 m2 reduciéndose en un 84 por ciento la necesidad de espacio.
Por su parte, el tramo terrestre en la Península, de nueve kilómetros, discurrirá por una canalización soterrada a través de viales públicos urbanos consolidados, bajo aceras o calzadas y en paralelo con los servicios públicos habituales. De esta manera se elimina todo el impacto visual de una línea aérea y de al menos diez apoyos que afectaban, en un primer momento, tangencialmente al pie de Sierra Carbonera, según Red Eléctrica.
Además, ha señalado que la propuesta sitúa el aterraje de la línea submarina en la Península –que se llevará a cabo mediante perforación dirigida– en las proximidades de la playa de la Torre Nueva, en un espacio de tierra acondicionado para el aparcamiento, lo que permite no alterar la playa. El cable discurre por una canalización subterránea desde la zona de aparcamiento hasta 1.000 metros mar adentro.
Finalmente, ha indicado que para el tramo submarino, de 58 kilómetros, se ha buscado el mejor trazado en base a criterios técnicos y medioambientales, teniendo en cuenta la complejidad del terreno que alcanza los 900 m de profundidad máxima. En esta parte del trazado, se utilizarán cables de última tecnología, con aislamiento seco, que discurrirán protegidos y enterrados en el fondo marino para incrementar su seguridad.