La entidad concurre a convocatorias de subvenciones, en el marco de los fondos Next Generation, para mejorar el tratamiento y la eficacia en la recuperación de materiales
“Hemos conseguido avanzar en el equilibrio económico-financiero del Consorcio para la Gestión de Residuos Urbanos de la provincia de Cádiz y ahora encaramos un cambio radical en su funcionamiento, para adaptarlo a la nueva normativa europea y su compromiso hacia la gestión sostenible y la economía circular”. Quien así se expresa es el responsable del área de Servicios Económicos de Diputación, Juan Carlos Ruiz Boix, y presidente del citado consorcio. Efectivamente, la deuda con la concesionaria del servicio –la entidad Bioreciclaje de Cádiz SA– se ha reducido sensiblemente, de 46 a 21 millones de euros, “y gracias al esfuerzo de los ayuntamientos se ha regularizado la situación de los débitos con la adopción de diferentes fórmulas de pago”.
Ruiz Boix asume la presidencia de la entidad consorciada en representación de Diputación y afronta su tercer año de gestión. Tras los progresos en la estabilidad económica del Consorcio, llega el momento de renovar el tratamiento de residuos en concordancia con las exigencias medioambientales que se regulan en la nueva legislación europea.
Al respecto el Consorcio ha concurrido a la convocatoria de subvenciones publicada por la Junta de Andalucía para proyectos de construcción, adaptación y mejora de instalaciones específicas para el tratamiento de biorresiduos recogidos separadamente. Una iniciativa que se incluye en el Plan estatal de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiada con los fondos Next Generation. En concreto, el Consorcio de la provincia de Cádiz ha solicitado una subvención de 1.337.800 euros.
No se trata de la única fuente financiera a la que se va a recurrir. De hecho “también vamos a presentarnos a la convocatoria para proyectos de mejora de instalaciones de tratamiento mecánico-biológico para incrementar su eficacia en la recuperación de materiales susceptibles de ser reciclados”. En el marco de esta segunda línea se solicitará una subvención que superará los 2,8 millones de euros.
A corto y medio plazo se contemplan por tanto nuevas inversiones, conforme a una planificación en la que se plantean, entre otros, los siguientes objetivos: una nueva línea de tratamiento específica para los biorresiduos que se recojan de manera selectiva; la automatización de la planta Miramundo y el aumento de los ratios de reciclado y recuperación; la modernización del sistema de recuperación de materiales extraídos del tratamiento de residuos voluminosos; mejorar las líneas de tratamiento para aumentar la recuperación de vidrio; adecuar las estaciones de transferencia para convertirlas en centros logísticos en los que se recuperen las distintas fracciones de los residuos; así como concretar iniciativas dedicadas al aprovechamiento del biogás.
El Consorcio también deberá resolver una ampliación de las celdas de vertido, en la fracción no valorizable, para lo que deberá garantizar espacio disponible; además de fortalecer su política de transparencia y fiscalización.