Alrededor de 90 residencias de toda la provincia ha recibido ya este material, coordinado por la Delegación Territorial
La Consejería de Salud y Familias ha entregado a centros residenciales de la provincia de Cádiz un total de 35.870 mascarillas y 11.700 guantes destinados a la protección del personal que trabaja en ellas con el objetivo de que estén preparados para afrontar los posibles casos de coronavirus que se produzcan. A ellos se suman también 300 batas.
Alrededor de 90 centros residenciales han recibido en la última semana este material, coordinado por la Delegación Territorial, que desde hace unos días ha implementado un sistema de seguimiento y apoyo para los cuidados y prevención del Covid-19, en el caso de aquellas personas atendidas en estos centros.
Hoy mismo se han hecho entrega de 9.250 mascarillas y 3.500 guantes, que se han sumado así a las 17.020 mascarillas y 5.800 guantes entregados el pasado jueves 26 de marzo; las 9.000 mascarillas entregadas el viernes 27 de marzo; y las 600 mascarillas, 2.400 guantes y 300 batas entregados el sábado 28 de marzo.
La delegada territorial, Isabel Paredes, ha querido resaltar el esfuerzo que se está haciendo para poder facilitar todas las medidas de protección al personal de estas residencias, con cuyas direcciones se mantiene un permanente contacto. En ese sentido, ha recordado que desde la Consejería de Salud y Familia y el Servicio Andaluz de Salud se ha planificado la organización y coordinación de los servicios para garantizar la adecuada atención a las necesidades de salud de las personas de los centros residenciales; una reorganización que se activa ante la presencia de casos, facilitando todos los medios profesionales y materiales necesarios para garantizar la asistencia efectiva.
En ese sentido, cabe destacar que la provincia cuenta con una Red de trabajo formada por enfermeras gestoras de casos que actúan coordinadamente con las enfermeras de familia de los diferentes distritos y áreas sanitarias, para atender, asesorar y colaborar en la atención a los problemas de salud de personas que viven en centros residenciales, surgidos a tenor de la situación provocada por la aparición y extensión del Covid-19.
Asimismo, y además de contar con la enfermera gestora de casos, y para aquellas situaciones que por su complejidad o condiciones clínicas lo requieran, se activa la atención médica presencial a través del desplazamiento de los equipos de salud del centro sanitario o la activación de los servicios de urgencia y, cuando sea necesario, de los servicios especializados hospitalarios mediante teleconsulta o visita presencial cuando sea necesario.
Igualmente, cuando se detecta la necesidad de presencia de profesionales para continuar con los tratamientos necesarios, así como la vigilancia y control de síntomas durante el tratamiento y evolución de los pacientes, se dota a la residencia de las necesidades profesionales y materiales que se vayan requiriendo en base a criterios clínicos.