El Grupo Parlamentario Plurinacional de Sumar acusa a Moreno Bonilla de agravar la situación de Doñana y pide garantizar su protección con una ley que lo dote de personalidad jurídica
El Auditorio Municipal Manolo Sanlúcar acogió el pasado sábado una jornada de trabajo con agentes sociales sobre la protección de Doñana que organizó el Grupo Parlamentario Plurinacional de Sumar. El acto, presidido por la alcaldesa de Sanlúcar, Carmen Álvarez, contó con la participación de Esther Gil de Reboleño y Toni Valero, diputados de Sumar por Cádiz y Málaga respectivamente, así como agentes sociales y colectivos conservacionistas de la zona. La parlamentaria andaluza Inma Nieto y otros representantes de Sumar y de Izquierda Unida Sanlúcar también participaron en el encuentro.
Sanlúcar ha sido elegida por el Grupo Parlamentario Plurinacional de Sumar para acoger esta jornada de trabajo después de que la Junta de Andalucía haya querido aprobar “el decreto de simplificación administrativa que incluye el texto de la controvertida proposición de ley que podría suponer una regularización de terrenos forestales en agrícolas”, según explicó Carmen Álvarez, quien lo califico de “irresponsable”.
La jornada de trabajo sobre Doñana organizada por Sumar analizó propuestas de protección jurídica del parque e iniciativas para la recuperación y protección del mismo y, además, se sometió a escrutinio el acuerdo entre la Junta y el Ministerio para la Transición Ecológica, que está ahora en el alambre. “El Ayuntamiento de Sanlúcar está en el sitio que le corresponde: en el de la defensa de un entorno natural único en Europa y en la alianza con la mayoría de los municipios del área de influencia que nos hemos entendido en la causa común de la preservación y de la sostenibilidad”, según manifestó la alcaldesa de Sanlúcar.
Por su parte, Esther Gil de Reboleño afirmó que “vamos a seguir reclamando la supervivencia de este patrimonio de todos para evitar el uso partidista que Moreno Bonilla quiere sacarle al mismo”. La diputada nacional pidió “dignificar nuestros espacios naturales y conservarlos para las generaciones futuras”. Por ello, reclamó que se dé voz a todos los colectivos que llevan años trabajando en la defensa de este parque nacional.
Por su parte, Toni Valero señaló que “Doñana tiene un valor ambiental singular, pero toda esta protección ha sido insuficiente, ya que ahora se encuentre en situación agónica. Por eso es tan grave el negacionismo ambiental de la Junta, que ha dado vía libre a regadíos ilegales”, subrayó el diputado nacional de Sumar. Valero recordó que “Moreno Bonilla no es de fiar cuando quiso meter por la puerta de atrás una proposición para cambiar el uso de los terrenos forestales a usos agrícolas. Tenemos que defender Doñana de la actitud de la Junta”.
En este sentido, la jornada, que contó con la participación de colectivos sociales, ecologistas y científicos, debatió propuestas para garantizar la protección medioambiental de Doñana y el desarrollo socioeconómico del entorno del parque. Valero agregó que se han puesto sobre la mesa “propuestas integrales que conjugan la necesaria supervivencia del ecosistema de Doñana y el futuro de los municipios del entorno del parque”. Por eso, los colectivos presentes en el acto de Sumar pidieron elaborar una ley que dote de personalidad jurídica al parque y plantear actuaciones por parte de la Junta y el Ministerio que doten de herramientas a los municipios para un desarrollo socioeconómico que debe ser armonioso con el presente y futuro del parque.
Por su parte, Carmen Álvarez recordó que “Sanlúcar es puerta de Doñana y desde aquí observamos con preocupación todo lo que está aconteciendo en el parque nacional más importante de Europa, el único que cuenta con cuatro ecosistemas diferenciados y con uno de los humedales más extensos del continente”.
La regidora y coordinadora local de IU explicó además que “Sanlúcar proporciona a ese entorno una gran extensión dentro de la catalogación de parque natural. Sentimos todo lo que le pasa a Doñana porque desde antaño muchos vecinos y vecinas han tenido una íntima relación con ese espacio”. “El riesgo de perder el mayor patrimonio natural del país es real”, añadió Carmen Álvarez, quien aseguró que “no podemos dejar que, por error u omisión, el Parque Nacional de Doñana sufra un daño irreparable que sufrirán las generaciones venideras. Aún hay esperanza. Es el momento de actuar”.