Sólo el 6,58% de los alquileres en España permiten animales de compañía pese a su creciente presencia en los hogares
El 61% de las viviendas conviven con mascotas, pero el 99% de los inquilinos encuentra dificultades para alquilar con animales, generando un rechazo social mayoritario hacia esta discriminación

En España, más del 60% de los hogares comparten su vida con animales de compañía, principalmente perros y gatos, consolidando a más de 30 millones de mascotas como miembros esenciales de la familia. Sin embargo, esta realidad choca con un mercado de alquiler residencial poco accesible para quienes buscan vivir con sus animales, ya que sólo el 6,58% de las viviendas en alquiler permiten la presencia de mascotas.
Según un reciente estudio de Spotahome, el 99% de los inquilinos reporta problemas al intentar alquilar un piso con animales de compañía. Esta dificultad es especialmente llamativa dado que siete de cada diez personas consideran injusto que se rechace un alquiler únicamente por tener un animal. La percepción negativa hacia los inquilinos con mascotas contrasta además con la disposición del 62% de los encuestados a aceptar arrendatarios con animales en sus propiedades.
El incremento de hogares con animales coincide con una disminución notable en la natalidad española. Actualmente, hay más mascotas que niños pequeños: aproximadamente 1,3 millones de niños de 0 a 3 años frente a más de 30 millones de animales domésticos. Esta tendencia ha modificado las prioridades en la búsqueda de vivienda, situando la aceptación de mascotas como un factor clave al lado del precio o la ubicación.
Una de las causas del rechazo a los animales en los alquileres es el temor a posibles daños materiales. Sin embargo, el 72% de los encuestados considera que los niños pueden ser más propensos que los animales a causar desperfectos, lo que pone en entredicho la justificación para esta exclusión.
A nivel regional, la oferta de viviendas “pet-friendly” presenta grandes disparidades. Galicia (22,52%), Canarias (13,18%) e Islas Baleares (12,50%) lideran en proporción de alquileres que aceptan animales. En contraste, regiones como La Rioja, Navarra y Aragón ofrecen muy pocas opciones. Esta brecha se agrava en comunidades con alta población canina, como Andalucía, que cuenta con el 21% del total nacional de perros pero sólo un 4,21% de viviendas pet-friendly. Situaciones similares se registran en Comunidad Valenciana (4,88%) y Cataluña (9,12%).
Ante esta problemática, el sector inmobiliario comienza a adaptarse. Algunos propietarios están adoptando planes de cobertura “Plus” o “All In” que protegen contra posibles daños sin imponer cargas económicas adicionales a los inquilinos. Esta estrategia reduce la necesidad de fianzas tradicionales y abre el acceso a hogares a miles de inquilinos con mascotas que, de otro modo, tendrían dificultades para encontrar vivienda.
La creciente demanda de viviendas aptas para animales refleja un cambio social profundo y un desafío para el mercado de alquiler español. Aunque persisten barreras, el avance hacia una oferta más inclusiva puede mejorar la calidad de vida de numerosas familias que consideran a sus mascotas parte integral de su hogar.