No sé lo que he soñado en la noche pasada, nunca recuerdo mis sueños, triste no ha debido ser porque hoy he despertado lleno de ilusión y alegría, liberado de la angustia y la tristeza.
Cuando los primeros rayos de luz entraron por la ventana ya empecé a disfrutar de un dulce placer y cuando me pude mirar en el espejo pude leer «todos juntas podemos».
Son ya demasiados años de lágrimas y sufrimiento porque no hemos sabido unirnos como pueblo.
En los próximos días debemos decidir el destino de nuestros votos. Lo primero, tenemos que ir todas a votar, es nuestro derecho, un derecho que como todos los demás ha costado mucho dolor y muerte de nuestros antepasados para que ahora nosotras nos descuidemos de su importancia y valor.
Pero además debemos votar como lo que somos la gran mayoría, pueblo, por ello el sentido de nuestro voto no puede ser nunca el PP que representa y defiende de manera muy eficaz y legítima los intereses de los más ricos y poderosos de nuestra sociedad.
Tampoco debemos votar a Ciudadanos porque defiende un modelo económico aun más de derecha que el del PP y está dispuesto a gobernar con este partido en una gran coalición.
Pero también debes pensártelo si siendo una persona del pueblo, uno de esos millones de parados, de desahuciados, de excluídos socialmente, de trabajador explotado, de funcionario que sufre los recortes de la administración, tu sentido del voto es para el PSOE porque ya ha llegado a un acuerdo previo con Ciudadanos, a sabiendas de lo perjudicial que es su modelo económico y no nos dicen si van a apoyar esa gran coalición que tanto anhela entre otros el señor Juan Rossel, presidente de la patronal española, que durante la presentación de un informe sobre la digitalización de la economía se atrevió a decir que los trabajadores actualmente tienen que ganarse el puesto «cada día» y que los trabajos «seguros» eran propios del siglo XIX.
Hay que votar a Unidos-Podemos, y hay que hacerlo con la certeza de que somos la mayoría, somos gentes del pueblo y para el pueblo, y todo ello desde la certeza y el esfuerzo de que debemos tener las puertas abiertas a miles de compañeras socialistas. Con alegría podemos decir que muchas ya lo han hecho, ellas siguen defendiendo lo mismo, lo triste es que los dirigentes de su centenario partido han apostado mucho en la construcción de la gran casa de la derecha.
Y hay que votar a Unidos-Podemos sin miedo. Somos los antisistemas, muy orgullosas de serlo, de defender los principios de D. Pablo Iglesias Posse:
«El partido que yo aquí represento aspira a concluir con los antagonismos sociales,… esta aspiración lleva consigo la supresión de la magistratura, la supresión de la iglesia, la supresión del ejercito… Este partido está en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones».