Hillary Clinton, Hilaria para nosotros, candidata por el Partido Demócrata a la Presidencia de los Estados Unidos de América, léase así de seguido y sin respirar, pues Hilaria gana un dinerito al año. No me lo invento que ha salido en la prensa seria, la que antes era en papel, a raíz de que la propia interesada, Hilaria, sacara a la luz sus datos fiscales para afrentar a su oponente republicano, Donald Trump o Donaldo Triunfo que se llamaría si hubiera nacido del Río Bravo para abajo. Donaldo no suelta la declaración de la renta ni a tiros, que es la forma más eficaz de que la gente haga las cosas en aquellos lares, y la manera en que le gusta a Donaldo.
Pero no es el tira y afloja entre Clinton y Trump lo que me interesa, allá ellos con sus riñas y peleas, no, lo que me interesa es comentar en torno a la cuantía de los ingresos de Hilaria. Empecemos por las cifras, lo que la señora Hilaria ganó en el año 2015. La paguita de Hilaria ascendió, lo voy a escribir en letras que asusta más, a un total de diez millones seiscientos mil dólares USA. Sí, lo han leído bien. Tal vez lo prefieran en cifras numerales, pues serían 10.600.000 $. ¿A qué da vértigo? Y resulta que todo es legal que pagó impuestos por el 31,5 por ciento de esa cantidad. Ella dice que la gran mayoría se lo ha ganado dando conferencias, que deben estar muy bien pagadas en EE.UU, pronúnciese E, E, U, U, al estilo del lacayo ese que tuvo Aznar en la tele y pronunció de esta manera el acróstico de Comisiones Obreras después de una huelga general, ¿qué será de él? A lo que vamos, que esa cantidad en España equivaldría a una crucifixión en toda regla, por tierra, mar y aire. O sea, en los medios de papel, en las redes, en la Sexta, en todos lados. Allí en USA no suele ofender el que la gente gane dinero, lo que cabrea al personal es el cómo si este cómo es ilícito, inmoral, turbio, por lo bajini que se diría en este rincón privilegiado del mundo que se llama Cádiz. Y en esos casos la cantidad no importa, dan lo mismo diez dólares que diez millones, si no te los has ganado decentemente lo que te ganas es el repudio social y probablemente una temporada de cárcel, qué menudos son los talegos allí donde todos los presidiarios parecen armarios y perder el jabón en la ducha supone perder algo más.
Aquí no, mientras no te pillen no pasa nada, ni aun así. Ahora bien, como buena sociedad judeocristiana, estas cursiladas las digo desde que Garzón el Quinto soltó lo del heteropatriarcado, pues que aquí nos damos golpes de pecho constantes por los sueldos ajenos, sobre todo si son de políticos. De esta manera surge la moda de la austeridad en el salario y si sobra pues se reparte entre los pobres. Eso sí, reparto a pelú, entre mis pobres, mis fieles votantes en emergencia social, si no es clientelismo cutre ya me dirán qué es. Yo, que soy un clásico, no estoy muy acorde con esto. Por poner algunos ejemplos, sin malicia o mejor con poca milicia, servidor vería mejor que nuestro alcalde cobrara lo estipulado a un alcalde. ¿Por qué? pues muy sencillo, así se dejaría de chorradas de banderas y se dedicaría a ganarse su sueldo de alcalde, a negociar en serio con los socialistas, a organizar el trabajo de los concejales de su coalición, cosqui al que lo haga mal, palmadita al que no meta la pata, lo normal en un alcalde. Ahora bien, lo mismo para los demás, así el muchacho del PSOE, que ese si lo gana bien en la Diputación, debería sudar un poco más la camiseta que no se le ve que aporte mucho a la mejora de esta ciudad y que tiene a los suyos en la confusión permanente y en el sinvivir de por donde va a tirar, con Podemos o contra Podemos, ahora le voto, ahora no le voto, ahora digo que negociaré, ahora me hago dar cariño por Merche y Nacho.
Lo dicho, Hilaria lo gana bien, muy bien, pero paga sus impuestos y demuestra el origen de su dinero, aquí o vamos de pobres hipócritas o no nos ganamos el sueldo. País.