
Los trabajadores del sector auxiliar del metal en la provincia de Cádiz comenzarán a las 00:00 horas de este miércoles 18 de junio la primera de las dos jornadas de huelga convocadas tras el fracaso en la negociación del convenio colectivo con la Federación de Empresarios del Metal de Cádiz (Femca).
Las negociaciones llevadas a cabo en el Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales en Andalucía (Sercla) durante el lunes y martes no lograron acercar posturas entre patronal y sindicatos, que mantienen discrepancias irreconciliables.
Antonio Montoro, secretario de FICA UGT en Cádiz, criticó duramente la última propuesta remitida por Femca, considerándola «peor» que la presentada el día anterior y denunciando que la patronal «se ha reído de los trabajadores». Montoro también expresó su descontento con Femca y señaló la necesidad de buscar «alternativas» para negociar el convenio, dejando claro que esta patronal «no debe nunca más negociar este convenio».
La propuesta patronal contemplaba una subida salarial del 3 % en 2024, con pago de atrasos, y del 2,8 % en 2025, junto con un compromiso de actualización anual conforme al IPC hasta 2030 y una prórroga indefinida si no se denuncia el convenio. Además, ofrecía mejoras en la paga extra de Navidad, dietas, anticipos, bolsa de estudios y equipación laboral.
Sin embargo, uno de los principales puntos de conflicto fue la introducción de una nueva modalidad de contrato para personas sin experiencia en el sector, con un salario inferior al actual convenio. Esta cláusula fue considerada una «línea roja» por CCOO, que rechazó firmar el acuerdo con esta condición.
Durante la tarde del martes, trabajadores de las empresas auxiliares de Navantia en Cádiz cortaron el tráfico en la avenida que pasa frente a los astilleros, alterando la circulación durante aproximadamente media hora y anticipando las movilizaciones previstas para este miércoles.
La falta de consenso ha llevado a la convocatoria de huelgas para miércoles 18 y jueves 19 de junio, con la posibilidad de que el paro se convierta en indefinido a partir del lunes 23 si no se alcanza un acuerdo.
Montoro manifestó su preocupación por el impacto económico y social de las movilizaciones, responsabilizando a la patronal de perjudicar la actividad en la bahía y alertando sobre posibles consecuencias negativas para la llegada de nuevos trabajos. Pese a ello, apeló a que las protestas se desarrollen con normalidad y manifestó su deseo de que se alcance un acuerdo pronto.
La huelga en el sector del metal en Cádiz subraya las tensiones entre trabajadores y empresarios en un momento clave para la industria auxiliar, con una negociación que permanece bloqueada por diferencias en condiciones laborales y salariales.