Cuando se cumplen 30 años desde la aparición del primer inmigrante encontrado muerto en nuestras playas, este pasado lunes, otra tragedia se ha cobrado la vida de 4 muertos y 20 desaparecidos en aguas de Barbate y de 13 muertos en Melilla.
Terribles estos datos fríos. Pero detrás de ellos hay familias enteras destrozadas:mujeres que se quedan sin maridos, niños que se quedan sin sus padres…hombres que pierden la vida en el gran cementerio en que se ha convertido el Estrecho y el Mediterráneo.
Derechos Humanos calcula en más de 8000 las personas que han perdido la vida en estos últimos 30 años. ¡Más de 8.000!. Sólo en lo que llevamos de año 2018 la han perdido 629 personas y han entrado 11.000 sólo en este pasado octubre.
Como bien dice Rafael Lara, responsable de la Asociación, aquí hay unos responsables de estas muertes: son los gobiernos de España y de la Unión Europea con sus políticas de cierre de fronteras para las personas (no para los capitales ni las mercancías).
Necesitamos unas vías legales y seguras para que las personas puedan desplazarse en busca de un futuro. Los muros, las alambradas, los sistemas sofisticados de vigilancia de nuestras costas para impedir que lleguen los inmigrantes no puede ser la solución.
Éso lo que provoca es lo que estamos viendo: la gente se arriesga a cruzar el Estrecho en condiciones penosas y peligrosas para su vida. No pueden quedarse donde están porque en sus tierras sólo hay hambre, miserias, calamidades, guerras, desolación y muerte.
Me impresionó aquel inmigrante que cuando fueron a rescatarlo los servicios de salvamento se arrojó al mar porque creían que iban a devolverlo a Libia. Dijo que se tiro al mar porque prefería morir en el agua antes que volver a Libia. ¿Podemos imaginar en qué condiciones están en su país? Es normal que se jueguen la vida por salir del infierno y buscar algo mejor.
Exijamos a nuestros gobiernos y a la Unión Europea un cambio en sus políticas migratorias que frenen de una vez esta sangría de muertes en el Estrecho.
Como bien dice el papa Francisco, que ha hecho de la inmigración un tema fundamental en su pontificado:
«nuestra respuesta común se podría articular entorno a cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar».
Y va desarrollando estos cuatro verbos en el discurso que hizo para el día mundial de la imigración. Se puede leer aquí: https://www.revistaecclesia.com/mensaje-del-papa-francisco-la-jornada-migrantes-refugiados/
Os invito también a escuchar a Rafael Lara en la concentración que organizó Derechos Humanos en las puertas de la subdelegación del Gobierno.
https://www.facebook.com/Apdha.Cadiz/