A la derecha nunca le gustó lo público, salvo cuando ha podido sacar provecho de ello. En base a esta hipótesis ha venido actuando desde los años 80 en adelante. La ecuación es sencilla: primero, dejan de invertir en los servicios públicos, empeorando su calidad. Paralelamente, emprenden una campaña en la que desprecian lo público e inventan supuestas bondades de lo privado. Entonces, cuando esa idea está instalada en la opinión pública, trocean el servicio y hacen lo posible para que caiga en manos de alguno de sus amigos. Normalmente, después de todo eso, siguen inyectando dinero público a espuertas que va a parar a los bolsillos de unos pocos que hacen negocios con beneficios millonarios sin asumir ningún riesgo empresarial.
Este patrón se ha venido repitiendo una y otra vez, cuando los gobiernos de Felipe González privatizaron empresas como SEAT, Pegaso o Viajes Marsans y allanaron el terreno para que el PP de Aznar pudiera privatizar Repsol, Argentaria, Gas Natural, Endesa, Telefónica o Tabacalera, tan ligada a nuestra historia. Con esta marcada inercia, José Luis Rodríguez Zapatero también liberalizó el 30% de Loterías y apuestas del Estado y convirtiera en privada la gestión de los aeropuertos de Madrid y Barcelona. De aquellos polvos, los lodos de la huelga de El Prat este verano, pero esa es otra historia. Recuperando el relevo neoliberal con fuerza, el actual presidente, Mariano Rajoy, también ha hecho cachitos AENA y Renfe. Como consecuencia, nos encontramos ante un proceso devastador que ha dilapidado nuestros recursos de futuro mientras el mercado laboral en el país se hacía más y más precario e inestable a golpe de reformas laborales.
El gobierno del Partido Popular en Cádiz no fue la excepción. Diga lo que diga la señora Teófila Martínez, organizaciones sindicales han denunciado que en nuestra ciudad también se han llevado a cabo numerosas privatizaciones cuando la derecha gobernaba esta ciudad: Turismo, Central Lechera, Tía Norica, consejería del Reina Sofía, Centro Flamenco La Merced, trabajos de operarios en Fiestas y Carnaval, la mayor parte de la Delegación de Mantenimiento Urbano y de Parques y Jardines, piscina y guardería de Astilleros, Centro Náutico Elcano, Centro del mayor Micaela Aramburu, todos los servicios del Área de Deportes, infraestructuras y la mayoría de los servicios de playas, semáforos y señalizaciones, gestión del usuario en el área de Deporte o el servicio de limpieza de todas las dependencias municipales, por citar solo unos cuantos.
Sin embargo, Cádiz se ha atrevido a parar esta rueda de privatizaciones y a hacer que ésta comience a girar en el sentido contrario. Cádiz le ha dicho a la derecha que el proceso de privatización de servicios es reversible, que se pueden recuperar para el bien común, dignificar la situación de los trabajadores y trabajadoras y atender mejor las necesidades de la ciudadanía. Así, en mayo de este año, el Pleno del Ayuntamiento de Cádiz aprobaba la memoria para ejecutar la municipalización de los servicios de playa, con el voto favorable de Podemos, Ganar Cádiz y PSOE. Con todos los informes favorables, incluyendo los de Secretaría e Intervención municipales, el proceso ha contado con los avales técnicos, jurídicos y económicos. El 1 de septiembre, el primero de los tres servicios contemplados (limpieza de módulos de playa), pasaba a ser gestionado por la empresa municipal Cádiz 2000. Con la subrogación de todo el personal, la primera medida con el servicio ya municipalizado fue mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras, contemplando un tiempo de descanso que antes no tenían reconocido.
Esto parece que no le ha gustado al PP. Era de esperar, vaya. Me los puedo imaginar en su despacho, carcomiéndose, todavía asimilando, después de dos años, que ya no gobiernan esta ciudad, a la que castigaron durante 20 años. “Esto es un disparate, no podemos permitir que estos díscolos vengan a desmontarnos el chiringuito de las privatizaciones y se vea que lo público es mejor”. Y como nunca se han creído de verdad esto de la democracia, han echado mano de los resortes del Estado que aún controlan para perpetrar un golpe antidemocrático que no estamos dispuestos a consentir. ¿Os acordáis de las escuchas que salieron a la luz en la Operación Lezo del exministro Zaplana al expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González? «Si no controlas el aparato del Estado estás muerto”. O dicho de otra forma, que esto de la separación de poderes no va mucho con su estilo. Solo hay que ver cómo hablan de quitar y poner a dedo a los fiscales anticorrupción, como quien juega al dominó.
El caso es que, de repente, nos encontramos con un titular en prensa que nos advierte de que la Subdelegación de Gobierno (sí, PP) ha presentado un recurso para frenar la municipalización de servicios. Oh, sorpresa. Y justo el día después de que el PP se quedara solo votando a favor de que se paralizara el proceso en el Consejo de Administración de Cádiz 2000. Oh, sorpresa otra vez. La misma Subdelegación del Gobierno que ignora sistemáticamente la necesidad de una nueva Comisaría en Cádiz, que no asume la limpieza de los bloques junto a la muralla, que no pone medidas para que el nudo de Tres Caminos deje de ser un problema para la movilidad en la provincia o que deja crecer la maleza en sus solares poniendo en peligro un entorno BIC. Esa misma subdelegación ha llevado una medida democráticamente votada en un Pleno de un Ayuntamiento a un juzgado de lo contencioso-administrativo. Básicamente, no saben perder. Y lo que no han sabido ganar en las urnas ni en el debate plenario, pretenden imponerlo a través de la intimidación. Como decía, de todo esto nos enteramos por prensa, porque a día de hoy todavía no nos ha llegado ninguna comunicación oficial por parte de Subdelegación. Todo muy riguroso, como siempre en el PP. Pero esto no es nuevo. Ya usaron este modus operandi contra las remunicipalizaciones en el municipio vecino de Chiclana: anunciar en prensa un recurso del que no se sabe nada aún. Ya saben, como en esa célebre escena del caballo en la cama de El Padrino. De manera paralela, quieren convocar ahora al Pleno en Junta General de Cádiz 2000 para votar en contra de lo que ya se pronunció favorablemente, algo que roza los límites del absurdo. Su muleta naranja, Ciudadanos, ya ha anunciado que votará de su lado. Esperamos que el PSOE de Cádiz salga de su ambigüedad y se pronuncie en favor de lo público, de la recuperación de estos servicios frente a la privatización y que haga sencillamente lo que su propio partido está haciendo en Chiclana en este caso concreto.
Es importante que el PP entienda que en este país, aunque les pese, hace mucho que perdimos el miedo. Hace mucho que ya no nos engañan. Y, además, por si fuera poco, no estamos solos. Cádiz no está solo en esta batalla, cada vez son más los municipios que han emprendido procesos para recuperar servicios. Bienvenido sea este efecto contagio, que debemos aprovechar para generar cooperación entre el municipalismo. Es por eso que hemos impulsado una Mesa por la Municipalización en la provincia, en la que Cádiz cuenta con la compañía de Chiclana y Puerto Real. Este pretendemos que sea un espacio para compartir experiencias comunes, un espacio para defender lo público del expolio al que ha venido siendo sometido durante los últimos años, un espacio desde el que hacer frente a este tipo de amenazas y que se vea replicado más allá de la provincia para responder con total contundencia a este ataque intolerable por parte del Gobierno central. Mientras tanto, el proceso de municipalización va a seguir adelante, por mucho que le pese a los privatizadores, a los enemigos de lo público. Por mucho que le pese al Partido Popular.
Álvaro de la Fuente es concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cádiz y Presidente de Cádiz 2000.