El proyecto busca validar la aplicabilidad de drones acuáticos y aéreos en el sector de la pesca, la acuicultura y la gestión del litoral
La Universidad de Cádiz es una de las beneficiarias del proyecto KTT Sea Drones cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional FEDER a través del programa Interreg V-A España-Portugal (POCTEP) 2014-2020. Entre los integrantes también se encuentra la Universidad de Huelva como beneficiario principal, la Universidad del Algarve de Portugal y el Ayuntamiento de Isla Cristina de Huelva.
KTT Sea Drones busca promover una cooperación entrelazada con bases en el conocimiento, la innovación tecnológica y la transferencia a favor del desarrollo del sector pesquero-acuícola regional.
En una entrevista, Juan Carlos Gutiérrez Estrada, coordinador del proyecto, declaró que en la actualidad la ciencia conoce más de la superficie de Marte que de los fondos marinos. Y aunque la comparación parezca exagerada, es totalmente cierto.
Pese a que actualmente existen varios dispositivos para adentrarse en el mar, desde propuestas complejas como cámaras detectoras de fluorescencia hasta las más simples como cámaras deportivas fabricadas con tecnología resistente al agua, solo se ha explorado el 5 % del océano. Esto explica el por qué hay constantes descubrimientos en el fondo marino. Sin ir más lejos, este año se halló el ADN de un tipo de tiburón que creían extinto en aguas del Golfo de México.
Gutierrez Estrada ha manifestado además el interés que comparte con los miembros del KTT Sea Drones de proteger el medio ambiente y fomentar el uso sostenible de los recursos naturales. Recalcó la importancia de crear conocimiento de valor para que las empresas del sector gestionen los ecosistemas marinos y litorales eficientemente. Esta necesidad surge del problema de sobreexplotación de muchos calderos en los mares. Como indica, se trata de un problema que se debe a que la pesca y la acuicultura no cuentan con el desarrollo tecnológico que otros sectores como la agricultura disponen.
El proyecto engloba en total varias líneas y cada actor desarrolla una función. Por ejemplo, la Universidad de Cádiz trabaja propuestas de transformación de vehículos de superficie autónomos no tripulados. Su objetivo es obtener un equipo multipropósito colaborativo que porte un vehículo submarino autónomo y que constituya un sistema de hangar de un dron aéreo cuadricoptero.
La Universidad de Algarve está desarrollando un sistema acoplado a un sistema fijo para identificar en tiempo real y automáticamente especies piscícolas marinas, y así realizar evaluaciones de abundamiento.
Por último, la Universidad de Huelva obtendrá la adaptación y el control de vehículos submarinos operados remotamente para visualizar, monitorear y gestionar en tiempo real la abundancia y la distribución por tallas de poblaciones piscícolas.
Estas tecnologías también podrán detectar la cantidad de basura y plástico que almacena el mar. Precisamente, la Universidad de Cádiz está trabajando en un dron ala fija de largo alcance que contará con una cámara multiespectral de 10 bandas. Este dispositivo generará información georeferenciada precisa para calibrar los modelos de distribución de los desechos en el mar.