El concejal de Urbanismo, Martín Vila, ha lamentado que el grupo municipal popular intente «sacar rédito político» de unas obras «que fueron incapaces de ejecutar cuando gobernaban la ciudad». Se refiere a los trabajos de mejora del acerado en el tramo comprendido entre la calle Almuñécar y la avenida Lacave de la ciudad.
En este sentido, el edil ha criticado al Partido Popular por «tratar de pescar en río revuelto planteando a los vecinos de esa zona que es posible solventar, desde la intervención en el acerado, ciertos problemas de accesibilidad a los edificios, cuando saben perfectamente que estamos actuando de manera pertinente porque estamos cumpliendo con lo estipulado en la normativa vigente».
En este punto, ha explicado que la normativa imposibilita resolver técnicamente desde la acera la barrera arquitectónica que presenta el acceso a los portales de los inmuebles. Basándose en un informe técnico realizado por la Delegación de Mantenimiento Urbano, Vila especifica que la reposición que se ha realizado cumple la normativa vigente en la que condiciona la altura máxima de bordillo en 12 centímetros (según Decreto 293/2009. Artículo 15) y la pendiente transversal del acerado (Decreto 293/2009. Artículo 22). Así, el encuentro entre la zona nueva y la zona existente se ha resuelto enrasando ambos niveles que presentaban una diferencia de tres centímetros.
Igualmente, ha señalado que antes de la actuación realizada por el Ayuntamiento en el acerado de esta zona de la ciudad el escalón de muchos portales tenía una altura de 20 centímetros, con pendiente transversal superior al 2% (máxima pendiente autorizada por la normativa vigente); y tras la realización de esta obra la altura se ha podido reducir a 16 centímetros, «no pudiéndose reducir más al no poder aumentar la pendiente máxima transversal, dado que incumpliríamos la normativa», ha resaltado. Por estas razones, Vila ha insistido en que no es posible resolver técnicamente desde la acera la barrera arquitectónica que presenta el acceso a los portales. «El problema tendría que resolverse desde el interior de cada uno de los edificios, no desde la acera, porque la normativa no nos permite elevar más el acerado, y esto lo sabe perfectamente el grupo municipal popular».
Por ello, ha acusado a los dirigentes del PP de querer «crear confrontación» entre el Equipo de Gobierno y los vecinos de la Segunda Aguada. No obstante, ha asegurado que el Ayuntamiento y la asociación de vecinos de esa zona de la ciudad «estamos en contacto y coordinados en todo momento con motivo de estas obras, y los representantes de la entidad actúan de interlocutores con los vecinos para informarles del desarrollo del proyecto».
Vila está convencido de que estas críticas del Partido Popular responden a «una pataleta», porque a los concejales populares «les duele que saquemos adelante obras que ellos programaron pero fueron incapaces de ejecutar».