Los apicultores de ‘Tan dulce como la miel‘ vienen desde Chiclana para ofrecer un repertorio tan dulce como el producto que ofrecen.
En el primer pasodoble defienden el valor de los libros, que a ellos libraron del infierno y salvaron sus vidas. El segundo recuerdan a su paisano Rancapino y al recordado Camarón, maestros del cante flamenco.
El primer cuplé a la crisis, de la que no terminamos de salir. Estos apicultores tienen en nómina aún a la abeja Maya de lo mal que está la cosa. El segundo a la Policía Local de Cádiz que no pudo atrapar a un ladrón muy habilidoso.