El presidente del jurado oficial de Adultos del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAC) 2017, Juan José Téllez, ha ofrecido hoy una rueda de prensa en el Ayuntamiento para explicar, como él mismo ha señalado, “cuáles son las flaquezas del Concurso, para que se corrijan y buscar instrumentos que sean eficaces”. El presidente, que ha estado acompañado por el secretario, Manuel Rojas, y los vocales Ana Barceló, Josele de los Ríos, Mariló Maye y Adela del Moral, ha asumido plenamente el resultado de esta edición del certamen, a pesar de que el desacuerdo sigue siendo frecuente en cuanto al fallo del mismo: “Existe una clara frustración entre la mayoría de los espectadores de la final en cuanto a los premios que se otorgan, sin tener en cuenta que corresponden a todas las fases del certamen y no a dicha sesión en exclusiva. Hay que hacer algo al respecto puesto que, de otra forma, nunca el dictamen del jurado gozará de prestigio ni contará con una aceptación generalizada. En tal sentido, sugerimos que en la final del Falla todas las agrupaciones partan de cero y que las puntuaciones sólo sirvan para superar las fases anteriores”, ha expuesto.
A título personal, Téllez también ha apuntado la posibilidad de establecer un premio del público, por votación popular entre los abonados o entre los asistentes a la final, a fin de que existan otras consideraciones distintas a las del jurado propiamente dicho.
Entre otras sugerencias, los miembros del jurado también han refrendado el fallo, aunque han subrayado que el veredicto está muy condicionado al sistema de puntuación y, asimismo, han apuntado que habría que considerar su modificación, sobre todo en la fase de preliminares cuando, al puntuar a diario y sin posibilidad de modificar los votos al final de la serie, no existe una visión clara de la calidad del conjunto de agrupaciones, por lo que pueden cometerse errores insalvables, dado que el arrastre de las puntuaciones puede condicionar negativamente a agrupaciones que vayan mejorando a medida que avance su participación o beneficien a otras que, por el contrario, mengüen en calidad y se beneficien, en cambio, de un buen punto de partida.
”Cabría eliminar las puntuaciones en esa fase y establecer una simple valoración cualitativa, pero nos dicen que ya ocurrió así alguna vez en el pasado y restó calidad a las preliminares. ¿No podría establecerse una repesca al final de la misma, para tratar con más justicia a aquellas agrupaciones que lo merezcan?”, pregunta Téllez.
Entre los vocales, han aflorado otras sugerencias, desde que se elimine la obligatoriedad de que el jurado emita su voto detrás de cada agrupación para emitir un juicio más ponderado. Al respecto, el presidente del jurado ha indicado: “No hay un solo concurso, sea de literatura, música, cine…, en el que el jurado vaya votando conforme valora una obra, sino que se realiza el fallo una vez visto el global de las obras que se presentan. Es la única forma de hacer un fallo con criterio”.
Los participantes en el jurado de este año también entienden que debería modificarse el sistema de sanciones para evitar una penalización excesiva y, por lo común, impopular, ya que entienden que algunas sanciones, como la que ese establece por superar unos segundos los minutos establecidos como tiempo de actuación, son “desproporcionadas con respecto a la falta cometida”, ha valorado Téllez.
Algunos de los vocales no han estado presentes en la rueda por motivos laborales, pero enviaron al presidente del jurado sus sugerencias sobre distintos artículos del reglamento del COAC. En sentido contrario, valoran positivamente los nuevos horarios de preliminares, que podrían anticiparse hasta las 20 horas, en lugar de 20:30 horas, y apuestan también por racionalizar el horario de la final, en donde no habría que permitir que se repitiesen letras.
Asimismo, el vocal Rafael Marín defiende que los descansos sobran en todos los pases: “Lo único que se consigue es que todo el público abandone a su suerte a la actuación que va antes y se salte el coro que viene después. Sin el descanso (hay descansos de 15 minutos entre actuación y actuación) la gente sale a hacer pis o tomarse algo cuando quiere, no todos a la vez”. Y respecto a las puntuaciones, Marín se muestra partidario de que no se valoren “sólo los distintos tipos de coplas (pasodoble, tango, cuplé, etc), sino la música, la letra, la afinación por separado”. Esto es algo que también ha defendido Josele de los Ríos.
Además, Téllez ha manifestado la preocupación del jurado por la situación de los cuartetos, una modalidad que ha definido como “esencial en el Carnaval de Cádiz, pero que en los últimos años no pasa por su mejor momentos”, y ha abogado por un “reglamento específico para ellos”, con el fin de “incentivar su participación” en el Concurso. Al respecto, el presidente del jurado ha recalcado la dificultad a la que se enfrentan los cuarteteros a la hora de escribir su repertorio: “Es imposible escribir cuatro parodias y cuatro temas libres. No lo hacen ni humoristas profesionales”, ha apostillado.
Adela del Moral, por su parte, ha insistido en la idea de que a la hora de modificar el reglamento y el sistema de elección del presidente, así como otros detalles relativos al COAC, debería contarse con la opinión y la experiencia de quienes hayan formado parte de los jurados en años anteriores.
En la rueda de prensa también se ha abordado alguna de las polémicas del certamen, como las alegaciones presentadas por algunas agrupaciones o las controversias en las redes sociales: “Algunos quisieron que un vocal dimitiese por haber dicho en Facebook que le emocionaba la letra de una comparsa. ¿Es que un jurado es un robot que no debe emocionarse o es que en la fiesta de la libertad de expresión el jurado no puede expresar sus emociones libremente?”, ha preguntado Téllez.
Respecto a la utilización de un cencerro en los cuplés de una agrupación, el jurado se mostró partidario de que el reglamento del COAC fuera más específico y flexible para mantener la pureza de las coplas pero, al mismo tiempo, permitir mayor creatividad.