La Central Sindical considera que los funcionarios deben ver reconocida la peligrosidad y penosidad de su labor por convivir a diario con bandas organizadas criminales
CSIF ha remitido un escrito a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias solicitando formalmente la declaración como Zona de Especial Singularidad (ZES) en todas las prisiones de la provincia de Cádiz. Para CSIF, el Estado ha de reconocer la peligrosidad y penosidad que viven los trabajadores de los centros penitenciarios en el desempeño de sus funciones, dada la presión que sufren por el narcotráfico y las bandas criminales organizadas: presión social, inseguridad, aislamiento, señalamiento, amenazas y riesgo de agresión.
El portavoz de Prisiones de CSIF Cádiz, Ángel Luis Perea, recuerda que la “implantación de mafias y bandas de este tipo dentro de los centros penitenciarios están provocando una situación insostenible para los funcionarios –e incluso para sus familiares- por ejemplo, con la quema de vehículos y las constantes amenazas contra sus vidas”. Por ello, la Central Sindical considera que, una manera de compensar esta peligrosidad, es otorgando a los trabajadores de las prisiones gaditanas el complemento por Zona de Especial Singularidad.
En la actualidad, el 60% de los internos residentes en los centros penitenciarios de la provincia (Botafuegos en Algeciras y las tres de El Puerto de Santa María) están recluidos por tráfico de drogas, contrabando o crimen organizado. Ello repercute no solo en el trabajo diario en las propias cárceles, sino que en las poblaciones cercanas, los funcionarios conviven con miembros de dichas mafias y organizaciones, que “nos amenazan, nos coaccionan e incluso nos agreden, como ya ocurrió hace unos meses en Algeciras, cuando quemaron los coches de los propios trabajadores para amedrentarlos”.
Actualmente, el complemento específico que cobran los funcionarios no retribuye las condiciones particulares de estos puestos de trabajo, por lo que la actualización de dicho complemento como ZES vendría a compensar la presencia de los empleados públicos en una zona de conflicto.