La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía ha lanzado un recordatorio sobre la importancia de proteger la piel de la radiación solar, especialmente durante los meses de verano. Este aviso subraya la necesidad de elegir correctamente los productos de protección solar y de interpretar adecuadamente su etiquetado.
Protección Integral
Los fotoprotectores comercializados deben ofrecer protección contra las radiaciones ultravioleta B (UVB) y ultravioleta A (UVA). Consumo aclara que ningún producto puede ofrecer una protección completa frente a la radiación solar. Por lo tanto, expresiones como «bloqueante solar» o «protección/pantalla total» están prohibidas en el etiquetado. Asimismo, no se permite indicar que el producto no necesita reaplicación durante el día.
Recomendaciones de Uso
Se aconseja seleccionar el protector solar según la parte del cuerpo donde se aplicará, el fototipo de piel (desde el fototipo I, pieles más claras y sensibles, hasta el fototipo VI, pieles más oscuras), la edad y las circunstancias de exposición al sol. Además, es crucial que el etiquetado advierta sobre los riesgos de una exposición prolongada al sol y recomiende mantener a bebés y niños fuera de la luz solar directa.
Etiquetado y Aplicación
Las instrucciones de uso deben mencionar que el producto debe aplicarse antes de la exposición al sol y reaplicarse con frecuencia, especialmente después de sudar, bañarse o secarse. El etiquetado también debe incluir el valor de PAO (Period After Opening), que indica en meses el tiempo durante el cual el producto es eficaz una vez abierto.
Niveles de Protección
El grado mínimo de protección de los fotoprotectores es un factor seis para la radiación UVB, con un factor UVA de un tercio del Factor de Protección Solar (FPS). El FPS mide el tiempo que el producto protege la piel antes de que aparezca enrojecimiento. Los niveles de eficacia se deben indicar como: ‘baja’ (FPS 6-10), ‘media’ (FPS 15-25), ‘alta’ (FPS 30-50) y ‘muy alta’ (FPS superior a 50).
Obligaciones de Etiquetado
Los fotoprotectores deben cumplir las normativas de los productos cosméticos, lo que incluye indicar la cantidad de producto, los ingredientes y la fecha de duración mínima una vez abierto.