OPINIÓN – Hostelería en Cádiz: el verano puede arder si no hay diálogo real

La noticia de un posible verano conflictivo en la hostelería de Cádiz no debería sorprendernos, pero sí preocuparnos profundamente. Cuando el motor económico de una provincia —como lo es el turismo y su sector hostelero— se encuentra al borde del enfrentamiento laboral, todos perdemos. Trabajadores agotados, con salarios bajos y condiciones que no reconocen su esfuerzo, frente a una patronal que insiste en propuestas que parecen retroceder en vez de avanzar, dibujan un escenario peligroso para este verano.
UGT y CCOO han dejado claro que después de cinco reuniones sin avances y con propuestas que recortan derechos —como la reducción del complemento por Incapacidad Temporal—, la paciencia de los trabajadores llega a su límite. Y es comprensible. En Cádiz, donde las cifras récord del sector no se traducen en mejoras tangibles para quienes hacen posible ese éxito, la frustración se acumula.
No se trata solo de reivindicar un aumento salarial digno. La sobrecarga laboral, especialmente en puestos clave como las camareras de pisos, exige atención urgente. Un sector que vive la temporada alta como un sprint agotador no puede seguir desoyendo las demandas de quienes lo sostienen día a día.
Por su parte, la patronal HORECA debería entender que la sostenibilidad del sector no se garantiza a costa del desgaste y la precariedad de sus empleados. La apuesta por la “moderación salarial” debe ir acompañada de un compromiso real para mejorar las condiciones de trabajo, porque solo así se garantiza calidad y estabilidad en un sector tan vital para Cádiz.
Las posibles movilizaciones no deben verse como un enfrentamiento innecesario, sino como la última vía para reclamar respeto y justicia. Queda tiempo para el diálogo, pero ese diálogo debe ser honesto y efectivo, con voluntad de acuerdo y reconocimiento de la realidad.
Si no, el verano no solo traerá sol y turismo, sino también tensión, conflictos y un sector en riesgo. Cádiz merece una hostelería fuerte, justa y capaz de impulsar la economía sin sacrificar a quienes trabajan en ella. El momento de actuar es ahora.