OPINIÓN – San Fernando y la urgencia de defender su hospital público
La reciente movilización en San Fernando contra el cierre progresivo de quirófanos en el Hospital de San Carlos no debe entenderse como un simple episodio de protesta más, sino como una señal de alarma que refleja un problema grave y estructural en la sanidad pública andaluza. La clausura de servicios esenciales, como los quirófanos, no solo deteriora la calidad asistencial, sino que amenaza con desmantelar un recurso vital para miles de ciudadanos.
Que profesionales sanitarios, colectivos sociales y la ciudadanía en general unan sus voces para reclamar un hospital completo y funcional es el síntoma evidente de un malestar creciente que va más allá de la gestión puntual. Denunciar el cierre de quirófanos durante el verano, precisamente cuando la población aumenta y la demanda de atención se dispara, subraya la falta de previsión y la mala planificación de las autoridades sanitarias.
El argumento oficial de que las obras para instalar ventanas justifican el cierre no puede ni debe ocultar la realidad: estamos ante una decisión que responde a una política de recortes y abandono de la sanidad pública. La integración del hospital militar en la red provincial se prometió como un fortalecimiento, pero lo cierto es que el centro ha perdido autonomía y servicios, con un horizonte inquietante de cierre encubierto si no se rectifica el rumbo.
Este deterioro no solo afecta a San Fernando. La saturación que genera en el hospital Puerta del Mar, la prolongación de listas de espera y la sobrecarga del personal son consecuencias de una gestión sanitaria que no solo peca de falta de recursos, sino también de ausencia de una estrategia clara para proteger la salud pública.
La apuesta política debe ser firme y decidida: invertir en la sanidad pública, asegurar servicios completos, planificar con rigor las obras y la contratación, y escuchar a quienes trabajan día a día en hospitales y centros de salud. La salud es un derecho, no un privilegio ni una variable de ajuste presupuestario.
Por eso, la movilización en San Fernando es legítima y necesaria. No podemos resignarnos a ver cómo un hospital fundamental pierde servicios y peso asistencial. La defensa de la sanidad pública es una responsabilidad colectiva que exige compromiso, transparencia y una voluntad política clara de garantizar una atención sanitaria digna y cercana a la ciudadanía.
El Hospital de San Carlos es un pilar para la Bahía de Cádiz. Cerrar sus quirófanos sería mucho más que una pérdida funcional; sería un golpe directo a la calidad de vida de miles de personas. Que las autoridades lo entiendan y actúen en consecuencia es un imperativo ineludible.