La Junta ensalza a Álvaro Domecq como “padre” de la Real Escuela y “referente eterno” del arte ecuestre en la inauguración de su estatua en Jerez
La escultura, obra de Jorge Montalvo, se ubica junto al picadero cubierto que lleva el nombre del homenajeado y rinde tributo a su legado en la difusión internacional del caballo andaluz.

La Junta de Andalucía ha rendido homenaje a Álvaro Domecq con la inauguración de una estatua en Jerez de la Frontera, en un acto en el que se destacó su papel decisivo en la proyección internacional del caballo andaluz y en la creación de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre. El consejero de Turismo y Andalucía Exterior, Arturo Bernal, presidió el acto y subrayó la “enorme trascendencia” de la figura del jerezano para la cultura ecuestre andaluza.
Bernal definió a Domecq como “un visionario que transformó la tradición ecuestre en un patrimonio vivo admirado en todo el mundo”, y señaló que la fundación de la Real Escuela en Jerez representa “uno de los mayores legados” del homenajeado. En su intervención recordó también el impacto del espectáculo “Cómo bailan los caballos andaluces”, al que calificó como símbolo de identidad para Jerez, Andalucía y España.
El consejero afirmó que el espíritu de Álvaro Domecq continúa vigente en la institución, “presente en cada jinete, en cada doma y en cada caballo que emociona al público”, y destacó que su influencia sigue inspirando a nuevas generaciones que mantienen vivo el compromiso con la tradición ecuestre.
La escultura inaugurada es obra del artista ecuatoriano Jorge Montalvo, reconocido internacionalmente por sus trabajos centrados en el caballo y con presencia en colecciones y museos de más de 40 países. El monumento preside el entorno del picadero cubierto que ya lleva el nombre de Álvaro Domecq y, durante el acto, estuvo enmarcado por dos caballos montados por jinetes de la Real Escuela, simbolizando el vínculo entre el homenajeado, la institución y el arte ecuestre.
En representación del Ayuntamiento, el primer teniente de alcaldesa, Agustín Muñoz, destacó la importancia de Domecq en la historia reciente de la ciudad. Lo definió como “embajador incomparable de Jerez en el mundo” y recordó que supo unir caballo, toro y vino como pilares esenciales de la identidad jerezana. En su valoración señaló que la Real Escuela ha proyectado el nombre de la ciudad a escala internacional y reafirmó que el monumento “refuerza su legado y su papel determinante en la divulgación del caballo español”.
La jornada contó también con la participación de representantes de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre y de la Real Asociación Nacional de Criadores de Caballos de Pura Raza Española, así como de diversas figuras del mundo ecuestre.
Contenido recomendado