El Real Murcia – Cádiz en Copa del Rey deja fuera al conjunto amarillo tras encajar tres goles en una primera parte muy deficiente y una reacción insuficiente en la segunda mitad.
El Real Murcia – Cádiz en Copa del Rey terminó con la eliminación del conjunto amarillo (3-2) en el estadio Enrique Roca, en un encuentro marcado por una primera parte muy pobre del equipo de Gaizka Garitano y una reacción que, pese a mejorar la imagen, no logró evitar una derrota merecida. El Cádiz CF, que presentó un once completamente distinto al de la Liga, pagó caro su falta de intensidad y dejó escapar una oportunidad para avanzar en el torneo del KO.
El partido comenzó con el Real Murcia más decidido, más ordenado y con una superioridad física evidente. Los murcianos, que compiten en Primera RFEF, aprovecharon el desconcierto inicial del Cádiz para adelantarse pronto. En el minuto 14, Alex Schalk recogió un balón suelto en el área para hacer el 1-0. El gol no despertó al equipo gaditano, que siguió acumulando errores defensivos y pérdidas peligrosas.
A los 20 minutos llegó el 2-0, obra de Pedro Benito en una transición rápida tras un pase preciso de Schalk. El Cádiz, sin fluidez ofensiva ni estabilidad defensiva, se mostró superado en todos los duelos y sin capacidad para sostener el ritmo del partido. La primera mitad culminó con el 3-0 de David Vicente, que anotó desde fuera del área sin presión alguna, síntoma de la falta de intensidad y de la desconexión generalizada del conjunto amarillo.
Consciente de la situación, Garitano hizo cuatro cambios al descanso e introdujo ajustes tácticos pasando a una línea de tres centrales. Entraron Dawda Camara, Roger Martí, Diakité e Ismael Álvarez, movimientos que permitieron al equipo ganar en presencia ofensiva y competir con más convicción. El Cádiz, más dinámico, dispuso de un penalti nada más comenzar la segunda parte, pero Álex Fernández lo falló ante Piñeiro.
Pese al error, la reacción amarilla se mantuvo firme. Yussuf Diarra redujo distancias en el minuto 53 tras una asistencia de Roger Martí. A partir de ahí, el Cádiz acumuló ocasiones y sometió al Real Murcia durante varios tramos, aunque sin eficacia suficiente. El conjunto local, por su parte, generó peligro al contragolpe, con dos llegadas claras que pudieron sentenciar el encuentro.
El tramo final trajo la emoción definitiva. En el minuto 77, Dawda Camara culminó un buen pase de Roger Martí para establecer el 3-2 y encender el partido. El Cádiz encerró al Real Murcia, que acusó el desgaste físico, y tuvo opciones de empatar, aunque sin precisión en los metros finales. Un gol de Roger Martí en el descuento fue anulado por fuera de juego y, ya en el añadido, una doble amarilla de Diakité dejó al equipo con diez.
A pesar del empuje final, el marcador no se movió y el Cádiz quedó eliminado, dejando dudas sobre el nivel competitivo de su segunda unidad y la capacidad para responder ante rivales de inferior categoría. El Real Murcia, superior en muchos momentos, avanzó en la Copa del Rey gracias a su orden, intensidad y eficacia.
Para el Cádiz CF, la derrota supone un golpe en un torneo en el que aspiraba a avanzar rondas. El equipo deberá centrar todos sus esfuerzos en la Liga, donde el margen de error es cada vez menor. La primera parte en Murcia deja una reflexión clara: la profundidad de plantilla aún no ofrece las garantías necesarias y la exigencia competitiva continúa siendo un desafío para los futbolistas menos habituales.
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