La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, organismo autónomo dependiente del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha solicitado al Gobierno la aprobación de un Real Decreto de Sequía para la demarcación del Guadalquivir.
El Organismo de cuenca ha adoptado esta decisión debido a que el Sistema de Regulación General lleva dos meses consecutivos en situación de emergencia así como al bajo nivel de reservas de agua que almacenan los embalses de la demarcación que a fecha de 1 de diciembre se encontraban al 31,5% en total, y al 25,9% en el Sistema de Regulación General.
Todas las personas que estén interesadas podrán presentar en el plazo de una semana las propuestas o sugerencias que estiman pertinentes al Borrador del Real Decreto que ha salido hoy a Información Pública. Estudiadas las alegaciones, el borrador será estudiado por distintos ministerios para su posterior aprobación por por el Consejo de Ministros.
El Real Decreto de Sequía, que una vez aprobado estará en vigor hasta el 31 de diciembre de 2018, permitiría modificar temporalmente en situaciones excepcionales las condiciones de uso del dominio público hidráulico. Además, contempla la posibilidad de activar fuentes alternativas de recursos, como aguas subterráneas, para atender las demandas más urgentes; la reducción a la mitad de los plazos previstos en la tramitación de los procedimientos afectados por la aplicación de las medidas excepcionales; la reasignación de recursos para atender usos prioritarios como se prevé en la normativa del Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir; o la facilitación del intercambio en las cesiones de derecho.
Desde el año 2013/14 se vienen registrando en la cuenca del Guadalquivir un volumen deprecipitaciones inferior a lo normal . Así, la precipitación media en los embalses de la cuenca en el último cuatrienio fue de 504 mm, un 14 % inferior a los 583 mm que constituyen la media de los últimos veinticinco años y casi idéntica a los 499 mm recogidos en el año 2016/17.
Si el cálculo se aplica a las aportaciones a los embalses la situación es mucho mas desfavorable, ya que las aportaciones medias en este cuatrienio seco han sido de solo 1.964 hm3, lo que implica una disminución del 45 % respecto a los 3.603 hm3 de media de los últimos veinticinco años: el carácter no lineal de la relación precipitación-escorrentía hace que una reducción de la lluvia de solo el 14 % se haya traducido en un descenso del 45 % en las aportaciones a los embalses. Todo esto se ha visto agravado por las altas temperaturas y la duración del estiaje, que ha incrementado significativamente la demanda con respecto a las previsiones iniciales.
En lo que respecta al año hidrológico en curso (2017/2018), la precipitación media en los embalses de la demarcación hidrográfica durante los meses de Octubre y Noviembre ha sido de 94 mm, lo que se traduce en un déficit de precipitación del 38% con respecto al valor medio del mismo período de los 25 años anteriores (152 mm). Las aportaciones recogidas durante esos dos meses han sido de 154 hm3, lo que implica un descenso del 61,5 % sobre la media histórica de los últimos veinticinco años (400 hm3 ). En el mes de Diciembre, con solo 33,5 mm hasta la fecha frente a los 93 mm de media no parece que vaya variar esta situación.