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Mié. Oct 30th, 2024

No se puede dejar ni un minuto más al PP

Pedro NarváezLas barreras que más obstaculizaron el progreso de nuestra sociedad en siglos pasados eran las enfermedades contagiosas.  Para contrarrestarlas, se ponía en práctica la cuarentena, modelo médico-político utilizado en la Edad Media cuyos comienzos documentados se remontan al siglo XIV y a la administración del puerto de Venecia.

Frente a la amenaza de la peste o de una epidemia violenta, se aplicaba este «reglamento de urgencia» no solo para controlar los navíos que llegaban a puerto, sino también en las ciudades para detener la extensión de la enfermedad, vigilar a los enfermos, proteger a los sanos, desinfectar las casas con perfumes e inciensos y enterrar a los muertos.

Tras las elecciones generales celebradas en nuestro país, una nueva epidemia amenaza a nuestra sociedad, y se llama corrupción. Y al igual que en la epidemia de cólera que en 1848 azotó el continente europeo fue el mejor aliado de los higienistas ingleses, quienes, ante el horrible espectáculo de la muerte de 54 000 personas, iniciaron  reformas sanitarias basadas en la colección de datos demográficos y de salud, estableció puestos de salud, promulgó políticas sanitarias, llevó a cabo estudios sobre las causas de las enfermedades y, sobre la base de sus conclusiones, aplicó medidas de prevención y control.

Ahora urge volver a tomar medidas de Salud Publica para erradicar los corruptos que están desangrando nuestro país.

No se puede dejar ni un minuto más a un partido como el PP que siga gobernando nuestro país, hace falta imponer un orden interno que impida mediante alianza y coaliciones formar un gobierno que impida que esta terrible enfermedad siga causando las terribles consecuencias que estamos pagando la inmensa mayoría de españoles.

Pero necesitamos la aprobación de normas y códigos; un nuevo concepto de policía judicial para la vigilancia y control de los que administran dineros públicos; la aplicación de los nuevos esquemas de democracia participativa.

No obstante, el problema rebasa las fronteras y de ello nos ha dado cuenta entre otros los recientes papeles de Panamá, por ello es  indispensable internacionalizar los problemas de corrupción y configurar un orden externo, supranacional y vinculante.

El  PP está infectado de miles de casos de corrupción, que ni siquiera son capaces de condenar, o lo aislamos de la vida pública hasta que se certifique su saneamiento, o la peste del siglo XXI acabara con nuestro modelo de sociedad y con nuestro futuro.

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