No cabía un alfiler en la plaza de Fragela en el momento en el que el féretro de Juan Carlos Aragón salía por la puerta del Gran Teatro Falla. Los componentes de su comparsa y chirigota, rotos de dolor, se animaban unos a otros para despedir a su poeta como se merecía, cantando Carnaval.
Su chirigota interpretó el pasodoble de Andalucía de Los Yesterday mientras su comparsa eligió el credo de Los peregrinos para un momento que nadie quiso que llegara.
No faltó nadie. El alcalde, José María González, la concejala de fiestas, María Romay, David Navarro, Fran González, Juancho Ortiz, Vicente Sánchez, Mara Rodríguez, Rosa de la Flor, Juan Manuel Pérez Dorao…
Tampoco del mundo del Carnaval quiso nadie perder la ocasión de dar el último adiós al poeta rebelde. Miguel Villanueva, Humberto González, Rafael Pastrana, que pidió a voz en grito una estrella para el autor en el Paseo de la Fama del Carnaval, y un largo etcétera de personajes destacados de la fiesta.
Cádiz respondió a la llamada y 3.364 personas pasaron ante el féretro instalado en el vestíbulo del teatro para demostrar el cariño y el dolor de una ciudad por uno de sus hijos más ilustres.
Nadie faltó y nadie pudo evitar derramar algunas lágrimas, lo conocieran o no, por el que ya ocupa un lugar destacado en el olimpo del Carnaval. Muere el hombre y nace el mito, que con el tiempo será comparable al de Paco Alba. Nos deja su mejor regalo, un legado de coplas que quedará para siempre en la memoria de los aficionados.
[slideshow_deploy id=’62222′]