Un grupo de 30 niños, entre 4 y 10 años han participado en esta última actividad del mes de junio
El Museo de Cádiz, dependiente de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, ha finalizado su programación del presente mes de junio con la celebración del taller infantil “El rostro de una diosa”, en el que ha participado un grupo de 30 niños gaditanos entre los 4 y los 10 años de edad.
En este taller se ha indagado sobre el uso de las imágenes en los cultos religiosos. En los espacios dedicados a estos cultos era importante indicar de forma explícita la presencia de la divinidad allí. Aquel lugar se consideraría como su hogar, el lugar en el que habita y se acerca a los mortales. Para conseguir apariencia de realidad buscaban efectos en las imágenes para dotarlas de un aspecto humano. Además del moldeado de las esculturas empleaban colores, incrustaciones de cristales y piedras de colores en los ojos, adornos como collares, pendientes, etc e incluso podrían llegar a dotarlas de movimiento.
El director del Museo, Juan Ignacio Vallejo y Augusto Bravo han sido los encargados de impartir este taller donde los niños han participado de manera activa e imaginativa. Se han podido ver dos ejemplos de las imágenes: el de una estatua femenina sentada en un trono que posiblemente tuviera movimiento articulado. El movimiento de los brazos y de la cabeza reafirmarían el oráculo que los fieles hicieran a la divinidad, añadiendo un efectismo e impacto en aquellos que los dejaría altamente impresionados.
En estas actividades se ha jugado con una sencilla teatralización, en la que los niños asistentes han intentado entender cómo transcurría este proceso y qué recursos utilizaban los sacerdotes y sacerdotisas para mediar entre los dioses y los mortales. Como referencia han tenido a la “diosa sedente” articulada fenicia y a las conocidas Terracotas Gaditanas halladas en la calle Juan Ramón Jiménez de la capital.
Dentro de la parte práctica del taller el monitor mismo, responsable de difusión el Museo de Cádiz, Augusto Bravo, ha explicado a los niños cómo realizar sus propias caretas con el rostro de la diosa y montar collares a partir de cuentas, al estilo y uso de los que se encuentran en la necrópolis fenicio-púnica de Gadir.
Para terminar los niños que quisieron colorearon y exploraron la policromía en este tipo de escultura. Al final se obtuvo una foto con el rostro, ya decorado y a color de un nutrido grupo de divinidades.
Con el taller infantil “El rostro de una diosa”, el Museo de Cádiz pone el broche final a su programación de junio, que ha estado dedicada íntegramente a la arqueología. El éxito de participación en todas las actividades organizadas ha obligado a repetir en varias ocasiones el número de pases.
Todos los actos preparados para este mes se han centrado en versar sobre la arqueología, de las colecciones del Museo y de su historia, con el objetivo de rendir un homenaje merecido a la celebración de las Jornadas Europeas de Arqueología que se celebraron los pasados días 14 y 15 de junio.