El pasado lunes 8 de julio, las personas asistentes a la asamblea de la Marea de Pensionistas que se reúne en la Plaza de San Juan de Dios, realizaron una marcha hasta la sede de UNICAJA BANCO, en Plaza San Agustín, 3, para dar lectura a un comunicado en el que se denunciaban las comisiones «abusivas e ilegales según varias sentencias judiciales » que UNICAJA BANCO impone a los usuarios perceptores de pensiones muy bajas y que solicitan anticipos obligados por su precaria situación económica y social. En la plaza, un miembro del Movimiento contra el desempleo y la exclusión social de Cádiz explicó sobre un panel de forma práctica los abusos denunciados.
A continuación, el presidente de la Asociación Marea de Pensionistas de Cádiz se entrevistó con el director de la entidad para exponerle el problema económico que plantea a los pensionistas en situación de precariedad el cobro automático de «45 euros de la comisión por reclamación de posiciones deudoras, la necesidad de que esta comisión sea anulada por el banco y la falta de respuesta por parte de UNICAJA a la carta que su asociación le había enviado el 16 de mayo». Según la Marea de Pensionistas, el director le respondió que no podía hacer nada de lo que le solicitaba «porque Unicaja en Cádiz depende directamente de Málaga, ciudad donde se encuentra la sede central de la entidad bancaria». Se comprometió a trasladar las peticiones a sus superiores, así como la carta de la que se le hacía mención.
Terminada la entrevista, el presidente de la Marea informó a los presentes en la concentración del resultado de la misma. Finalizada esta información, algunos pensionistas manifestaron su disconformidad con UNICAJA BANK y denunciaron su actuación ante las numerosas personas, ajenas a la Marea, que se acercaron atraídas por los datos que aportaban distintos intervinientes y que dibujan actualmente, y casi con seguridad en el futuro, una situación injusta para quienes están empobrecidos por las deficientes medidas sociales y laborales llevadas a cabo durante años para con las clases populares.
Tanto la Marea de pensionistas y el Movimiento contra el desempleo se han comprometido a seguir gestionando y denunciando este problema, que consideran «de fácil solución por parte de UNICAJA, si sus dirigentes tienen la necesaria voluntad para resolverlo».