Gapemaso y Apesorje han elaborado un estudio que refleja el doble aislamiento que sufren estas personas
La Asociación Provincial Gaditana de Personas Sordas (Gapemaso) y la Asociación de Personas Sordas de Jerez (Apesorje), con la colaboración de la Diputación de Cádiz, han realizado un estudio en el que se profundiza en la realidad de las personas mayores sordas de la provincia.
El diputado responsable del Área de Desarrollo de la Ciudadanía, Jaime Armario, ha acompañado a los representantes de los colectivos, Diego Soto, presidente de Gapemaso; Alejandro Fernández, agente de desarrollo de la comunidad sorda de Gapemaso; Juan Ochando, trabajador social de Gapemaso; Pedro Jesús Vega, presidente de Apesorje; y Beatriz Torrejón, intérprete de lengua de signos de Apesorje.
El diputado ha querido en primer lugar reconocer públicamente la labor que realizan estas entidades con las que la Diputación colabora regularmente, al mismo tiempo que ha reivindicado la necesidad de que el estudio presentado “sea una herramienta útil para que, entre todos, incluyendo a administraciones públicas y colectivos sociales, seamos capaces de romper barreras y trabajar por una sociedad más inclusiva y más igualitaria”.
Alejandro Fernández ha sido el encargado de exponer algunas de las principales conclusiones del informe realizado, habiéndose detectado graves problemas a los que la comunidad sorda tiene que enfrentarse al llegar a la tercera edad.
El agente de desarrollo de Gapemaso se ha referido en primer lugar a una de las grandes limitaciones a las que los mayores sordos tienen que hacer frente, como es el déficit educativo. “Hace años, las personas con discapacidad auditiva no recibían una buena educación y eso hace que muchas de ellas ni siquiera sepan leer ni escribir”, con los problemas que esto genera a la hora de realizar cualquier tipo de gestión cotidiana.
Otro de los grandes problemas detectados es el residencial. “Las residencias no están adaptadas, el personal no posee las herramientas necesarias de comunicación, por no hablar del resto de usuarios de las mismas. Esto provoca que el mayor sordo no tiene con quién comunicarse, lo que deriva en una situación de aislamiento e incluso depresión”, explica. Y esta situación, añade el trabajador social de Gapemaso, Juan Ochando, hace que se agraven los “síndromes geriátricos”. Se trata por tanto, no sólo de un problema de comunicación, sino también de salud.
El estudio incide también en la falta de acceso a los servicios de teleasistencia y la escasa accesibilidad a las actividades de los Centros de Participación Activa, que “no están adaptados a las necesidades de nuestros usuarios”, informan.
Todas estas problemáticas se agravan aún más en el caso de los mayores sordos de la Sierra, donde no sólo no hay colectivos especializados para atender a este sector de población, sino que además se encuentran con dificultades para poder trasladarse a las ciudades como Jerez o Cádiz en las que sí hay centros específicos de atención como pueden ser los de Gapemaso y Apesorje.
Según los datos publicados, en la provincia de Cádiz hay más de 3.000 personas mayores (más de 65 años) con más de un 33% de discapacidad auditiva. Con este estudio elaborado por los colectivos, de la mano de la Diputación, se pretende sensibilizar y dar a conocer a la sociedad la situación de estas personas como primer paso para facilitar su integración en la sociedad. Y es que “los derechos de los mayores sordos deben ser los mismos que los de cualquier otra persona”.
Para continuar concienciando sobre la realidad del colectivo, este miércoles se va a llevar a cabo una jornada de convivencia en la residencia de mayores que gestiona la Diputación de Cádiz en El Puerto de Santa María. En ella participarán usuarios de las entidades Gapemaso y Apesorje y mayores de la propia residencia, así como el equipo de profesionales de la misma.