Más de 1.000 kg. de residuos se recogían este sábado durante un Voluntariado de limpieza organizado por la ONG Fondo para la Custodia y Recuperación de la Marisma Salinera -Salarte- y el Centro Cultural de Puerto Real. La Isla del Trocadero, Zona de Reserva del Parque Natural Bahía de Cádiz y Bien de Interés Cultural, era el lugar elegido para llevar a cabo esta iniciativa en la que participaban en torno a cuarenta personas, inscritas previamente en la I Jornada Gastrocultural Isla del Trocadero, enmarcada en las actividades de la Quincena del Estero y la Sal del Ayuntamiento de Puerto Real.
Tras el cruce a la Isla a bordo del bote dispuesto por Salarte, el grupo recibía una charla explicativa acerca de la importancia del enclave en la historia de España y su enorme valor patrimonial, para la que Juan Martín, presidente de la ONG, estuvo acompañado por el profesor e investigador de la Universidad de Cádiz, Andrés Cózar, y los concejales del consistorio puertorrealeño Manuel Izco y Fernando Boy, este último nacido y criado en la propia Isla del Trocadero. Después, los participantes se dividían en varios grupos para peinar la reserva natural y recoger todos los residuos que encontraron a su paso.
Con este motivo y con gran pesar, los miembros de Salarte pudieron comprobar el profundo estado de deterioro que sufre el Trocadero en la actualidad. Cabe recordar que Salarte se vio obligada a abandonar los trabajos que venía realizando en este paraje natural ante la falta de compromiso, después emplearse a fondo durante más dos años invirtiendo mucho esfuerzo y recursos y el ingente trabajo de una cuadrilla de empleados, para llevar a cabo un proyecto de restauración de los muros y la compuerta principal de la Isla, en base al acuerdo firmado en enero de este año 2016 con la empresa Cupimar (Cultivos Piscícolas Marinos S.A.), en el que colaboraron el Área de Medio Ambiente de la Diputación de Cádiz, Red Eléctrica, la Andalucía Bird Society y numerosos voluntarios que trabajaron sin descanso durante dos años.
El objetivo de este acuerdo no era otro que el de restaurar la isla del Trocadero, promover su conservación y conseguir manejar la lámina de agua para fomentar su biodiversidad, de manera que pescadores locales pudieran desarrollar su actividad como lo han hecho durante siglos.
Se trataba, por tanto, no sólo de recuperar un patrimonio natural e histórico de primer nivel -ya que esta isla tuvo un papel primordial en el comercio con Indias en la época en que Cádiz se convirtió en sede de la Casa de Contratación, hace trescientos años, y en el asedio francés a la ciudad de Cádiz a principios del siglo XIX y posteriormente en la llamada Batalla del Trocadero-, sino también de implicar a la sociedad de la Bahía de Cádiz en la gestión y custodia de la marisma salinera como activo de futuro.
Tras esta nueva incursión a la antigua Salina de El Consulado en la que pudieron visitar el lugar donde permanece intacta la titánica obra de restauración de la compuerta principal de la Isla, llevada a cabo por los hermanos Juan y Ricardo Ariza Jurado, Manuel Sánchez Heredia y Daniel Ariza Álvarez, los miembros de Salarte trabajan en la posibilidad de retomar algunas acciones que consigan minimizar en alguna medida la degradación del espacio y salvaguardar los edificios para evitar que desaparezca completamente de nuestra vista esta pieza clave en la historia de Cádiz, España, América y Francia.