La Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, a través de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, ha informado sobre la gestión de 341 expedientes de alertas durante el año 2023, a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI). De estos, 128 han tenido un impacto directo en la región al estar relacionados con establecimientos ubicados en Andalucía o con productos distribuidos en la comunidad.
Entre los datos más relevantes, se destaca que 23 de los expedientes corresponden a productos de origen andaluz, mientras que 105 provienen de fuera de la región pero tienen distribución en la misma. En cuanto al tipo de riesgo, se han identificado 93 casos relacionados con riesgos biológicos, 164 con riesgos químicos, 27 con riesgos físicos y 57 con otros tipos de riesgos.
Las provincias andaluzas han mostrado una variabilidad en la gestión de alertas, siendo Málaga la que lidera con 79 expedientes, seguida de Sevilla con 69, Granada con 51 y Cádiz con 46. La Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica es el punto focal para la gestión de estas alertas a nivel autonómico, garantizando una respuesta rápida y eficiente ante cualquier riesgo alimentario detectado.
Las alertas alimentarias son fundamentales para garantizar la seguridad de los alimentos y materiales en contacto con estos, y la rápida actuación de las autoridades competentes para su retirada en caso de riesgo grave. Para facilitar el intercambio de información, se utilizan herramientas electrónicas que permiten una comunicación ágil entre las diferentes entidades involucradas.
La información detallada sobre las alertas del año pasado en Andalucía está disponible para su consulta a través del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, proporcionando transparencia y acceso público a estos datos fundamentales para la salud pública.