No sé si seré yo o alguien más se ha dado cuenta que desde que el Partido Popular perdió el gobierno municipal la justicia les ha dado de lado. Si en otro tiempo una demanda de Pepe Blas era sinónimo de asalto al bolsillo del demandado últimamente no consiguen ni llegar a la vista oral.
Es algo parecido a lo que ocurre con las relaciones amorosas. Cuando uno es joven no resulta demasiado complicado encontrar con quien compartir las fogosidades mundanas pero con el tiempo nos volvemos invisibles para el sexo opuesto o el propio, dependiendo de los gustos de cada cual. Eso le debe estar ocurriendo a los que quedan del Teofilato, que además ya no cuentan con la erótica del poder que les daba la dosis justa de visibilidad que enmascare la decrepitud carnal.
Cuando llega este momento hay quien opta por esperar pacientemente que se presente la oportunidad, por la resignación o por la autosatisfacción que además tiene la ventaja de no requerir dar la talla ni explicaciones. Todas estas alternativas se pueden dar en una misma noche de juerga. Esperar pacientemente al principio, resignación al final y autosatisfacción en la soledad del hogar.
La juerga judicial de los populares tampoco acabó bien. Cortejaron a la justicia y esta les dio calabazas antes incluso de que pudieran desplegar sus encantos en la pista de baile. Ya en casa se dedicaron al onanismo político. En este caso la vía administrativa dependiente de la Subdelegación del Gobierno, que aunque esté funciones les funciona mejor que la judicial. Yo me lo guiso y yo me lo como y ya tenemos al alcalde castigado sin ir al fútbol.
Este tipo de actuaciones solo sirven para fidelizar a los que ya te votan pues dudo mucho que algún ciudadano que no haya votado al PP cambie su parecer porque De Torre haya rescatado de un cajón un asunto que ocurrió hace cuatro meses por el que no fue sancionado en su momento.
¿Imaginan a José María González camino del estadio con su camiseta amarilla seguido de un puñado de seguidores y a la policía impidiéndole el acceso en la puerta? ¿Imaginan las muestras de apoyo, los vítores y los cánticos que recibiría ante miles de cadistas? El jefe de estrategia de los populares es de Podemos, creo.