De enero a junio de 2023 se ha detectado un aumento global del 81,98% de las ITS en Andalucía, respecto al mismo periodo de 2022
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son un importante problema de salud pública en todo el mundo, y su prevención, adecuado manejo y tratamiento son fundamentales para proteger la salud de las personas y prevenir su propagación.
Así, desde la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Consumo recuerdan que hay cinco claves que se deben tener en cuenta a la hora de abordar las infecciones de transmisión sexual.
En primer lugar, estaría la educación, que es fundamental para prevenir las infecciones de transmisión sexual, incluyendo información sobre las diferentes ITS, cómo se transmiten, cómo se pueden prevenir, cómo se pueden detectar y tratar. Seguidamente está la prevención, con estrategias para prevenir la transmisión de ITS, como el uso de preservativos, entre otros métodos.
En tercer lugar, la detección temprana, con exámenes periódicos para detectar ITS de forma precoz. Los exámenes pueden incluir pruebas para detectar gonorrea, clamidia, sífilis, VIH y otras ITS. Otra clave para tener en cuenta es el tratamiento, con información sobre cómo tratar las ITS, incluyendo qué medicamentos se utilizan y cómo se administran.
Y, finalmente, el seguimiento. El programa global sobre ITS debe incluir un seguimiento de los pacientes para asegurarse de que reciben el tratamiento adecuado y que están siguiendo las recomendaciones de prevención para evitar futuras infecciones.
A pesar de los esfuerzos de prevención y concienciación por parte de la Administración andaluza, así como de entidades y asociaciones dedicadas a este fin, se ha observado un incremento en la incidencia de ITS en los últimos años. Así, en Andalucía destaca un aumento global de todas las ITS en comparación con el año 2022. En la comparativa de enero a junio de 2023 se detecta un incremento en Clamidias del 92,85%, respecto al mismo periodo de 2022; en Gonococo del 74,73%; en Herpes del 69,06%; en Linfogranuloma Venéreo (LGV) del 214,29% y un aumento en Sífilis del 74,60%. Siendo el incremento global medio de un 81,98%.
Las causas por las que están aumentando las ITS son la tendencia al abandono de los métodos preventivos, fundamentalmente el preservativo; la pérdida del miedo al VIH y sus consecuencias o la introducción del chemsex (consumo de drogas con fines sexuales), entre otros motivos.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de las ITS se transmiten de una persona a otra durante las relaciones sexuales sin protección, ya sean vaginales, anales u orales, o si se comparten juguetes sexuales. Además, la infección puede darse también por el contacto de piel con piel en el caso de que haya ulceraciones o piel-mucosa.
Sintomatología
Muchas de las ITS pasan desapercibidas, sobre todo al principio. La mayoría se curan y se previenen de forma sencilla, pero si no se tratan adecuadamente pueden tener importantes consecuencias.
Aunque no se debe olvidar que se puede tener ITS sin ningún síntoma, hay una serie de síntomas a los que hay que prestar atención porque pueden indicar que se trata de una ITS. En el caso de las mujeres destacan el flujo anormal en la vagina con o sin olor desagradable; úlceras, ronchas, verrugas o ampollas cerca de los genitales, ano o boca; inflamación de uno o más ganglios cercanos a las úlceras; dolor en la zona de la pelvis; escozor o picor alrededor de los genitales; ardor al orinar o al defecar; sangrado por la vagina sin tratarse de la menstruación o tras la relación sexual; o dolor en la vagina durante las relaciones sexuales de aparición repentina.
En el caso de los hombres destaca la secreción por la uretra; úlceras, ronchas, verrugas o ampollas cerca de los genitales, ano o boca; inflamación de uno o más ganglios cercanos a las úlceras; escozor o picor alrededor de los genitales; dolor o inflamación en los testículos; o ardor y dolor al orinar o defecar.
Ante la presencia de alguno de estos síntomas se debe acudir a un centro de salud para realizarse una revisión y seguir las prescripciones médicas. Si existe el diagnóstico de una ITS es importante avisar de inmediato a las personas con quienes se han mantenido relaciones sexuales recientes para informarles sobre la posibilidad de transmisión, aunque no tengan síntomas.