El sindicato considera que el descenso de las denuncias en 2020 supone un “dato engañoso”, ya que muchas de las agresiones se producen por vía telefónica en Atención Primaria y los trabajadores tienden a percibirlas como “menos lesivas”
El sector de Sanidad de CSIF ha emprendido una campaña bajo el lema “Ante una agresión verbal, HABLA” para animar a los profesionales del sistema sanitario público andaluz a comunicar las agresiones verbales que sufren y cuya declaración se ha reducido considerablemente durante el año 2020, marcado por la pandemia de la Covid-19.
El sindicato, que es la primera fuerza multiprofesional del Servicio Andaluz de Salud (SAS), ha puesto de relieve la importante bajada en las denuncias por agresiones no físicas a profesionales el año pasado, que en la provincia de Cádiz se han reducido en un 30% en relación al año anterior (pasando de 202 en 2019 a 140 en 2020).
No obstante, la conclusión que la central sindical extrae de este acusado descenso es que la pandemia de la Covid-19, en la que se ha impuesto la atención no presencial en Primaria, ha hecho disminuir la declaración de agresiones verbales, no las agresiones en sí, ya que, a juicio de CSIF, muchas de ellas se han producido telefónicamente y no han sido percibidas como tales por el personal afectado.
Así lo entiende el responsable provincial de Sanidad de CSIF, Cádiz, Alberto Puyana, tras analizar los datos facilitados esta semana por el SAS, en los que se señala que en 2020 se denunciaron 13 agresiones físicas y 127 verbales en los distintos centros sanitarios de la provincia de Cádiz.
«Nuestros delegados en los centros sanitarios tienen constancia de que se producen, con cierta frecuencia, situaciones de malos modos, insultos y trato degradante hacia los profesionales, en muchas ocasiones por teléfono, por lo que el trabajador o trabajadora no entiende que dicha circunstancia pueda denunciarse», ha explicado Puyana.
“Lo que no se declara no se registra y, por lo tanto, no existe”, ha insistido el responsable sindical, que ha lamentado que “precisamente al no denunciarse, no es posible adoptar la medidas oportunas para que no vuelvan a suceder”. “Se podría decir que la teleagresión se percibe como menos lesiva o hiriente y lleva implícita cierta tolerancia, lo que hace que no se denuncie o se denuncie menos”, ha añadido Puyana.
Precisamente con el objetivo de concienciar a los profesionales sobre la necesidad de denunciar las agresiones verbales, CSIF Sanidad Andalucía ha diseñado la mencionada campaña dirigida a hacer visibles este tipo de situaciones, animando al personal del sistema sanitario a que las denuncie, ya que “la mejor prevención es la comunicación”, indica la iniciativa.
Desde CSIF se recuerda que la Administración no ha respondido aún a la solicitud que este sindicato presentó hace ya un año sobre cambios en el régimen sancionador de las agresiones a las empleadas y empleados públicos de los centros sanitarios para que realmente las sanciones sirvan de elemento disuasorio frente a conductas de este tipo.
Por otra parte, CSIF ha solicitado a la Administración sanitaria en la Mesa Técnica de Prevención de Riesgos Laborales del SAS que adopte «medidas preventivas, disuasorias y de protección coordinadas que tengan en cuenta, no solo al personal propio del Servicio Andaluz de Salud, sino a todas las personas que trabajan dentro de edificios sanitarios, como por ejemplo los vigilantes de seguridad”.