Agentes de la Policía Nacional han detenido en Algeciras (Cádiz) a dos ciudadanos chilenos de 34 y 56 años de edad como presuntos autores de un delito continuado de hurto, delito de falsedad documental, usurpación de identidad y estafa bancaria. Los detenidos forman parte de una organización criminal conocida como banda de ‘Los Fantasmas’, desmantelada en Chile en el año 2019, y han sido puestos a disposición de la autoridad Judicial.
En un comunicado, la Policía ha explicado que, hasta el momento, se imputan a esta organización criminal más 30 delitos de hurto, robo con fuerza, falsedad documental y pertenencia a organización criminal, cometidos por distintas localidades de España, como son Algeciras, Alicante, A Coruña, Velez-Málaga, Málaga, Torremolinos, San Fernando, Marbella, Almería y Sevilla.
Tras ser desmantelada en Chile en 2019, algunos de los miembros de la banda de ‘Los Fantasmas’ se trasladaron a España para continuar con su actividad delictiva itinerante por toda la geografía nacional y con un alto grado de especialización.
Los detenidos forman parte de un grupo detectado en Algeciras cuando fueron detenidos otros dos integrantes al intentar comprar en un establecimiento de compro-oro de este municipio, en la que tres personas habían intentado realizar una compra de una cadena de oro valorada en 5.000 euros con una tarjeta que no estaba a su nombre.
La investigación policial ha conseguido localizar y detener a las 10,30 horas del 22 de abril en la avenida Ramón y Puyol de Algeciras a otros dos integrantes de la organización criminal.
Para la comisión de los delitos, los miembros de la organización criminal se desplazan a distintos puntos de la geografía nacional, en vehículos de alquiler, organizándose en grupos de tres y repartiéndose las zonas comerciales, inmediaciones de entidades bancarias o zonas de gran afluencia de turistas, para seleccionar sus objetivos. En las inmediaciones de entidades bancarias, así como en zonas comerciales, seleccionan a personas sobre las que observen que pueden portar objetos de valor o elevadas sumas de efectivo.
Mediante la técnica del pinchazo –pinchando la rueda del coche de la víctima–, hacen que ésta se apee del mismo y aprovechan esta distracción para sustraerle la cartera, tarjetas bancarias y demás enseres personales de valor que pueda portar. También emplean distracciones como llamar la atención de sus víctimas haciéndoles pensar que se les ha caído dinero, «hurto de la siembra».
Además, haciendo uso de un rompelunas fracturan las ventanas de vehículos previamente seleccionados en zonas comerciales o estaciones de servicio, en el caso de viajeros que pueden portar consigo ordenadores y dispositivos electrónicos de gran valor, sustrayendo todo lo que hay en su interior.
En cuanto a establecimientos, los investigados se desplazan a zonas concurridas y centros comerciales y acceden a tiendas de telefonía móvil, así como a ópticas. Mientras algunos de los miembros de la organización distraen a las dependientas, otros mediante la inutilización de los sistemas de alarma sustraen gafas o teléfonos de gran valor, abandonando tras esto el establecimiento con su botín.
Con las tarjetas bancarias sustraídas mediante los procedimientos arriba reseñados acceden a otros comercios, joyerías, ópticas, tiendas de telefonía, e intentan adquirir objetos de gran valor económico, manifestando que es la tarjeta de un familiar.
La investigación se ha desarrollado por los Grupos de Delitos Tecnológicos y Robos de Algeciras, junto con el Grupo de Fraude empresarial de la Unidad Central de Cibercriminalidad.