El nuevo complejo turístico, formado por viviendas de madera en la zona de Costa Sancti Petri, abrirá sus puertas el próximo 30 de julio
El alcalde de Chiclana, José María Román, acompañado de la delegada municipal de Turismo, Pepa Vela; y de los responsables del proyecto, Mireya Loohuis Nadal y Javier Coll Riu, ha visitado el nuevo proyecto ‘Living Pura Madera’. Apartamentos Turísticos Biopasivos, que comenzará a funcionar a partir de 30 de julio en la zona de Costa Sancti Petri. Se trata de un nuevo complejo turístico formado por apartamentos turísticos con jardin, chill-out y accesibles realizados con madera.
Hay que destacar que las casas pasivas o de consumo casi nulo (nZEB) son viviendas eficientes en cuanto a consumo energético. Esto las convierte en edificaciones ecológicas y respetuosas con el medio ambiente. Son diseñadas bajo una estrategia global que se sirve de la arquitectura bioclimática para conseguir un gasto energético muy bajo, que en términos generales puede reducir en un 90 por ciento el que supone una casa tradicional.
“Nos hemos acercado a Costa Sancti Petri para conocer una experiencia singular, porque en una parcela de 2.000 metros cuadrados ha levantado siete apartamentos turísticos de madera biosostenibles”, ha indicado el alcalde, quien ha resaltado que “así, gracias a la tipología de la edificación, se permite un aislamiento térmico y de humedades, por lo que el gasto de mantenimiento disminuye drásticamente”. “Además, son maderas naturales, que no necesitan tratamiento y van envejeciendo con la misma edificación”, ha comentado José María Román, quien ha felicitado a los responsables por la apuesta por venir a Chiclana y seguir trabajando en este modelo sostenible.
Por su parte, Javier Coll ha explicado que “estos siete apartamentos han sido creados con técnicas de bioconstrucción, es decir, usando materiales naturales y baja huella de carbono y, además son pasivos, no perdiendo así su calor o frío y con recuperación de la energía”. “Hemos intentado que se mimetice con el entorno, contando con una cubierta orgánica con una planta llamada sedum, lo que aporta mucho frescor al edificio”, ha comentado el responsable del proyecto, quien ha añadido que “nuestra idea es traer a Chiclana este concepto de bioconstrucción, con materiales más blandos y con una huella de carbono casi neutra”.
Características del proyecto
Así, los cinco principios de una casa pasiva son el aislamiento térmico, evitando que el calor escape cuando hay bajas temperaturas o entre cuando sucede lo contrario; evita puentes térmicos, es decir, los puntos por los que se pierde el calor, ya que una construcción pasiva detecta esas fugas para poder corregirlas; puertas y ventanas pasivas consiguiendo una buena envolvente; hermeticidad, es decir, capacidad del revestimiento exterior del edificio de impedir el paso de corrientes de aire; y ventilación con recuperación de calor, que permite renovar el aire de una habitación mientras se calienta con el que sale al exterior.
De esta forma, se consigue adaptabilidad, al regular tanto temperaturas altas como bajas, lo que supone una buena opción tanto en zonas de climas cálidos como fríos; confort, ya que las viviendas están diseñadas desde su concepción para mantener una temperatura agradable en el interior, independientemente de las condiciones externas; y calidad del aire, ya que el sistema de ventilación dota a la vivienda de un aire de calidad, fresco y sin corrientes desagradables.