La obra viajará a la Comunidad Autónoma de Castilla y León donde se integrará en una de las exposiciones que organiza periódicamente la Fundación “Las Edades del Hombre”
El Museo de Cádiz dependiente de la delegación territorial de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía se despide hoy del conjunto escultórico barroco “Los Misterios Dolorosos”, que parte hacia una nueva aventura, pues será trasladado a la Comunidad Autónoma de Castilla y León, de la mano de la Fundación “Las Edades del Hombre”, donde se integrará en una de las exposiciones que organiza periódicamente esta entidad cultural. El conjunto sale por la voluntad del Obispado de Cádiz y Ceuta (propietario de la obra) y ya no regresará al Museo de Cádiz.
El conjunto llegó a Cádiz en febrero de 1970 procedente de los restos de la iglesia y convento de Capuchinos, que en aquel momento se encontraba en una situación precaria y de riesgo tras el abandono de las instalaciones. Junto a “Los Misterios” fueron depositadas en el Museo de Cádiz por parte del propietario de los bienes, el Obispado de Cádiz y Ceuta, otras obras de la misma procedencia, entre las que destacan los lienzos que componían el altar mayor de la Iglesia, que constituye el último trabajo conocido de Bartolomé Esteban Murillo.
Desde entonces “Los Misterios Dolorosos” ha formado parte del Museo de Cádiz, tratado con cuidado y esmero por el personal del centro, que hoy, en vísperas del Viernes de Dolores, ve como se traslada, dejando un importante vacío patrimonial en sus salas.
El conjunto escultórico de los “Misterios Dolorosos”, formó parte de uno de los retablos de la iglesia del antiguo convento de Capuchinos, en la capital.
Está tallado en madera, y conformado por una serie de esculturas talladas en madera también, dispuestas en un fondo de paisaje rocoso. Recoge los distintos momentos claves de la Pasión de Cristo destacados en el Santo Rosario: “Jesús orando en el huerto”, “La flagelación del Señor”, “Cristo sentado y coronado de espinas”, “Caída de Jesús en la subida al Gólgota” y, en el centro de la escena y a una mayor escala, la Virgen Dolorosa. Las esculturas cuyo tamaño oscilan entre los quince centímetros de “Jesús orando en el huerto” y el tamaño académico de “La Dolorosa” fueron atribuidas hace años a Francisco Salzillo e incluso a Nicolás Salzillo.
Estudios recientes lo vinculan sin embargo a la labor de artistas italianos en Cádiz, atribuyendo la autoría del conjunto a algún escultor de la Escuela Genovesa del siglo XVIII. Si bien se pensó en un primer momento en Molinari, ya en la década de 1990 las investigaciones de Aranda, Hormigo y Sánchez Peña argumentaron su adscripción a los genoveses Francisco Galeano y Giovanni Batista. El director del Museo de Cádiz, Juan Ignacio Vallejo, lamenta está importante pérdida y subraya que “desde el Museo estamos orgullosos de haber contribuido en estos años a su conservación y difusión, y estamos seguros de que aún tiene mucha historia por contar y mostrar”.