María Salazar, portavoz popular, ha denunciado la situación en la que se encuentra el Centro de Mayores El Silo
El Partido Popular de Medina Sidonia ha comenzado a trabajar de cara al próximo curso político que arranca estos días. Los populares continúan su trabajo diario en favor de la localidad “aunque muchos quieran desmerecernos con mentiras”, asegura su portavoz, llevando a cabo una oposición constructiva y fuerte que vele por los intereses de los Asidonenses, ya que “no somos gobierno, como otras formaciones quieren vender”.
Tras la celebración del Congreso Extraordinario Local, que tuvo lugar a finales del pasado mes de julio, la nueva presidenta de la Agrupación Popular Asidonense, María Salazar, y su equipo han tenido, en la jornada del pasado jueves, su primera reunión en su sede para planificar la línea a seguir en los próximos meses.
Hay que recordar que además de María Salazar, su portavoz, conforman este nuevo ejecutivo local, Sergio Costilla, secretario general, Antonio José García, coordinador, Gema Arocha y Antonio Cabrera, dos de los vicesecretarios y actuales concejales, y Catalina Rojas, José Hermoso, Manuel Macías, Antonio Ruiz y Yolanda Guerrero.
El objetivo del grupo popular de Medina seguirá siendo, en palabras de su portavoz María Salazar “trabajar por el bien de la ciudadanía y la localidad, tratando siempre de ser su voz y un punto de apoyo para sus necesidades”.
Entre los asuntos abordados en esta primera reunión ha estado el de la situación en la que se encuentra el Centro de Mayores El Silo, una situación que los populares han querido denunciar ante las quejas de sus usuarios. El mal estado del mobiliario, los baños y especialmente el aire acondicionado, que lleva estropeado todo el verano, han sido algunas de las peticiones que han hecho los mayores y que se llevarán, por parte del Partido Popular de Medina, al próximo pleno municipal como ruegos y preguntas.
Asimismo, desde el grupo popular se ha insistido en encontrar vías de colaboración entre Ayuntamiento y la Diócesis para recuperar edificios como Santa Ana, así como la definitiva compra de la finca de El Cristo de la Sangre, una reivindicación en la que se trabaja desde hace varios años, pero que de momento, no ha tenido el respaldo del gobierno local.