EQUO Andalucía ha reclamado este viernes más medidas para controlar y actuar ante los incendios que en la última semana han afectado a Andalucía, cebándose especialmente con parajes de alto valor ecológico como el entorno de Doñana, Barbate o Níjar, en el Parque Natural de Cabo de Gata.
Aunque para la formación cualquier incendio es preocupante, al poner en riesgo la vida de quienes se enfrentan a él para sofocarlo, cabe analizar los motivos de que las llamas estén afectando especialmente a parajes y espacio naturales, en los que para EQUO Andalucía “no se está interviniendo de manera adecuada ante la nueva realidad que vivimos”.
“Esta nueva realidad es ya la de un escenario marcado por el cambio climático”, ha explicado la coportavoz de la formación y parlamentaria andaluza, Carmen Molina, señalando que las condiciones extremas a las que se ve sometida nuestra tierra, con “sequía pertinaz desde hace varios meses, temperaturas en continuo ascenso, humedad muy baja, y suelos y vegetación resecos, convierten nuestros espacios forestales en verdaderos polvorines. La situación se ha complicado, pero el incremento en las medidas de prevención no ha sido acorde”, asegura la parlamentaria, que reclama al Gobierno andaluz que multiplique los recursos tanto económicos como humanos que se destinan a las tareas de limpieza, desbroce y prevención de incendios durante el invierno.
“Tenemos un nicho de empleo verde por explotar en este sentido, porque se está demostrando que pese al esfuerzo del personal dedicado a estas labores su trabajo no es suficiente ante esta nueva coyuntura de mayor riesgo, y hay que incrementar considerablemente las cuadrillas y el terreno que se somete a actuaciones de prevención”.
En este mismo sentido se ha pronunciado el también coportavoz andaluz de la formación, Francisco Sánchez Molina, que ha considerado que además de aumentar la inversión en prevención “estos incendios deben servirnos como toque de atención y replantearnos cómo tratamos nuestros bosques y espacios naturales, cuidando las presiones a las que los sometemos y teniendo en cuenta que todos los impactos suman riesgos y amenazas”.
Así, para Sánchez Molina “en algunos casos, las miles de hectáreas calcinadas por las llamas tendrán que verse ahora como una oportunidad para replantearnos el modelo de reforestación que se siguió en el pasado, y contribuir a crear bosques y espacios que soporten mejor las nuevas condiciones a las que han de enfrentarse”.
EQUO Andalucía ha valorado la oleada de solidaridad que ha despertado, por ejemplo, el incendio en el entorno de Doñana, con centenares de personas apuntándose como voluntarias para recuperar la zona y devolverle la vida. “Los movimientos espontáneos que han surgido antes incluso de que las llamas se extinguiesen del todo desmontan el mito de que la gente no siente suyos los espacios protegidos o de que estos coartan el desarrollo. La ciudadanía valora la naturaleza y es consciente de la necesidad de preservarla, como se está demostrando estos días”, concluyen desde la formación.