«¿Vas sola de viaje?»,»¿No es peligroso?» Este formulario es un clásico cuando una mujer desea explorar nuevos territorios sin compañía y, puede ir acompañado de toda clase de comentarios, dudas e incluso críticas desde el paternalismo e incluso ¿por qué no? algo de envidia. Desde Focus On Women, la agencia de viajes que descubre cada destino a través de sus mujeres, desmontan todos los prejuicios, a la vez que explican los muchos beneficios que tiene viajar solaEncontrarse a una misma. Cuando se viaja sola se pasa mucho tiempo con una misma, por lo que se cabila sobre cuáles son las virtudes de cada una y cuáles son las cosas a mejorar, teniendo la fantástica opción de descubrirse de manera espiritual.
Desarrollar la empatía. Viajar sin compañía hace a una ser totalmente consciente de los hechos que acontecen en las diferentes partes del mundo, cómo se manejan los acontecimientos, cómo responde una determinada sociedad ante ellos, etc. Todo esto hace reflexionar y comprender mejor a la gente.
Sentirse libre. Viajar sola permite estar completamente abierta a la hora de ir de un sitio a otro sin dar explicaciones, a hacer nuevos planes, a conocer gente, etc. Sin duda, esta manera de viajar permite hacer lo que a una le apetezca, con quien le apetezca y cuando le apetezca, sin horarios ni obligaciones.
Superar los miedos y ganar seguridad. Aunque al principio una se sienta algo cohibida, viajar sola hace que se gane en seguridad.
Nada de discusiones. Viajando sola se evitan las clásicas discusiones que surgen en absolutamente todos los viajes en pareja acerca de lo que es mejor hacer o no en cada destino, o simplemente por tener demasiado tiempo libre, el uno frente al otro.
Consciencia plena. Emprender un viaje sola hace que se esté mucho más concentrada y conectada con los paisajes que rodean a una, con la cultura del territorio que se visita, con la gastronomía y con la gente que se va conociendo, desarrollándose así los 5 sentidos.
Más posibilidades de conocer gente. El hecho de no conocer a nadie cuando se viaje, permitirá que una esté muy abierta y receptiva a la hora de relacionarse con gente nueva y de vivir aventuras ¿quién sabe lo que uno se puede encontrar?
Enriquece. Dicen que viajar es el único gasto que enriquece. Viajar y más hacerlo sola, porque la atención se libera y se focaliza, permite abrir la mente y convierte a una persona en alguien capaz de entender a los demás.
Libertad absoluta. Uno de los principales obstáculos a la hora de viajar acompañados es el calendario, el tener que ponerse de acuerdo y hacer coincidir las vacaciones. Viajar sola libera de ese farragoso momento y ofrece, a cambio, el placer del libre albedrío.
Focus on Women es una agencia de viajes exclusivos y a medida cuyo carisma es descubrir cada destino a través de los ojos de sus mujeres, para contribuir a visibilizar su relevancia en el mundo y hacer de él un lugar mejor.
Fue fundada en 2009 por Alice Fauveau. Viajera apasionada, especialista en género, lujo, y, además, cantante de ópera. Alice quiso crear un nuevo modelo de negocio en el mercado español y una propuesta para todas aquellas mujeres que querían viajar solas pero no tenían con quien hacerlo. De esta forma viajar sola en grupo se convertía en una manera de hacer nuevas amigas con las mismas inquietudes pero manteniendo la independencia en el viaje.
El turismo es otra de las áreas de la cultura donde ha predominado la mirada masculina a lo largo de la historia, por eso Focus on Women, una empresa en el ámbito de la innovación social, conecta las realidades de las mujeres en el mundo y las visibiliza a través de viajes y experiencias, generando una red global de inspiración desde lo femenino.
Focus on Women diseña viajes a diferentes regiones del mundo, en los que una mujer destacada por su actividad y conocida por su relación con la cultura local ejerce de cicerone, mostrando a las viajeras (o viajeros, ya que también pueden ir hombres) los lugares más recónditos del territorio y sus costumbres, lejos de los circuitos convencionales.
Cada recorrido incluye encuentros y experiencias con la población femenina del país visitado, encuentros con las mujeres más inspiradoras de los países: escritoras, músicos, intelectuales, deportistas etc. y visitas a proyectos sociales de género.
La duración de los viajes va desde los 4 días hasta los 18 días y el rango de precios oscila entre los 1000 euros del viaje a Marrakech a los 6.500 euros del viaje a Japón con Rosa María Calaf de cicerone.