La Escuela Superior de Ingeniería ha acogido este acto solemne que se enmarca en el programa conmemorativo del 40º aniversario
La Universidad de Cádiz ha celebrado hoy la investidura de doctoras Honoris Causa de Soledad Becerril y María Izquierdo, tal y como aprobó el Claustro Universitario en 2019. El rector de la UCA, Francisco Piniella, acompañado por la secretaria General de Universidades, Investigación y Tecnología de la Junta de Andalucía, Rosa Ríos, y la rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, ha presidido el acto solemne, en compañía de una representación del Claustro y de autoridades académicas, civiles y militares, en el salón de Actos de la Escuela Superior de Ingeniería del Campus de Puerto Real. La ceremonia, retransmitida en directo por videostreaming, ha tenido aforo limitado y se han guardado las medidas preventivas de seguridad y sanitarias por COVID-19.
A iniciativa del equipo de Dirección y tras contar con el visto bueno del Consejo de Gobierno de la UCA, el Claustro de la Universidad de Cádiz acordó el 18 de diciembre de 2019 las propuestas de concesión del grado de doctoras Honoris Causa de la UCA de las dos diputadas andaluzas pertenecientes a la primera legislatura de la democracia española (1979-82): Soledad Becerril Bustamante y María Izquierdo Rojo. La investidura de las dos parlamentarias andaluzas se incluía como uno de los actos previstos por la UCA dentro de la conmemoración de su 40º aniversario y que, debido a la pandemia, no se ha podido organizar antes.
Mª Soledad Becerril y María Izquierdo se suman al privilegiado elenco de doctores Honoris Causa investidos por la Universidad de Cádiz en sus más de 40 años de existencia. Un conjunto destacado de relevantes figuras del mundo de la ciencia, la filosofía, la literatura, la política y el arte a los que la Universidad de Cádiz ha impuesto su más elevada distinción.
El rector ha manifestado su satisfacción por poder celebrar – tras la pausa forzosa causada por la pandemia – este solemne acto en el marco de la conmemoración de los 40 años de historia de la Universidad de Cádiz, un poco más de cuatro décadas donde tras las elecciones generales españolas, se configuraba “un Congreso donde, meses después, se aprobaría la creación de nuestra Universidad de Cádiz, incorporando a la misma las facultades y escuelas de Cádiz, Jerez y Algeciras, que pertenecían a la Universidad hermana de Sevilla”. Un hecho que pone de relieve que su nacimiento “es fruto de la joven Constitución española, de la que nuestras nuevas Doctoras Honoris Causa son un digno ejemplo. Doña Soledad y Doña María representan lo que fue la Constitución, pero también coinciden en sus personas con otro rol, el de la universidad española, como docentes que fueron de la Universidad de Sevilla y de Granada, respectivamente”. En su camino profesional, ha continuado, “lucharon desde el primer parlamento constitucional por dos preceptos que se refieren directamente a la Universidad: la libertad de creación científica y técnica y la libertad de cátedra, basada en el principio de la libertad académica”.
Francisco Piniella ha subrayado que “sois lo mejor de nuestra tierra. Por eso, el Claustro de la Universidad de Cádiz, su máximo órgano de representación, os otorgó con todo el merecimiento el máximo reconocimiento académico que nuestra institución puede conceder”. De Soledad Becerril ha reseñado su “ejemplar” trayectoria ligada al servicio público, la primera mujer en ocupar una cartera ministerial en democracia, asumiendo distintas y “elevadas” responsabilidades como alcaldesa de Sevilla, senadora, diputada y defensora del Pueblo de España; y, de María Izquierdo: “andaluza de Oviedo, con dos legislaturas en el parlamento español y tres en el parlamento europeo fue madre del proyecto del Estatuto de Autonomía de Andalucía, consejera de la Junta preautonómica de Andalucía y secretaria de Estado para las Comunidades Autónomas”. Mujeres “pioneras, valientes y referentes para la universidad y la sociedad actuales”, ha finalizado.
La secretaria General de Universidades, Investigación y Tecnología de la Junta de Andalucía ha felicitado a las nuevas doctoras Honoris Causa y a la Universidad de Cádiz por recibirlas en su Claustro. Es “un inmenso honor, una magnífica oportunidad para homenajear a dos mujeres arriesgadas y valientes, pioneras de distintos partidos políticos con una misión por encima de los partidos. Hoy en día, toda la sociedad y todas las mujeres os debemos dar las gracias por vuestra labor”.
La profesora de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación, doctora Paloma López Zurita, como madrina de Soledad Becerril ha leído el laudatio tomando como referencia, en primer lugar, dos efemérides destacadas: “los 40 años de nuestra Universidad (que comenzaron a celebrarse en su momento), y los 40 años de autonomía andaluza. Son hechos determinantes que tuvieron lugar en tiempos de cambio y de creación de nuevos modelos, donde todas las estructuras actuales comenzaban a gestarse y donde la mujer tenía aún muy pocas representantes en ese hervidero de arriesgadas transformaciones, innovadoras ideas y fuertes ilusiones”. Por tanto, ha reconocido la relevancia como pioneras de las dos diputadas andaluzas pertenecientes a esta primera legislatura de la democracia española. Concretamente, de su amadrinada ha resaltado como principal y “más destacable característica que la hace valedora de esta solemne distinción: su calidad humana, de demócrata y su enorme vocación de servicio público, además de su defensa a ultranza de los más débiles y desfavorecidos y de sus silenciosas pero tenaces y constantes reivindicaciones como mujer”.
Soledad Becerril ha mostrado su sincero agradecimiento a la Universidad de Cádiz en un momento de su vida tras más de tres décadas de actividad pública que “suena a una despedida de toda esa etapa larga. Lo hago en Cádiz porque su Universidad me hace el honor de investirme como doctora Honoris Causa, lo que es un poco atrevido por su parte, pero lo acepto encantada, muy honrada, y se lo contaré muchas veces a mis nietos”. Ha comentado sentirse contenta de coincidir en este acto “con María Izquierdo, pues tengo muy buenos recuerdos suyos como diputada, ella del Grupo Socialista y yo de Unión de Centro Democrático, y miembros del órgano rector, la Mesa del Congreso, en 1979”. En su discurso, ha tenido palabras de gratitud para todos, pero especialmente ha puesto en valor el papel clave de la Universidad: “nos da mucho, seguramente mucho más de lo que nosotros, generaciones y generaciones le damos, porque se llega a ella desde lugares, situaciones y orígenes muy diversos; en ella conocemos campos que desconocíamos totalmente, hacemos amistades que nos acompañarán toda una vida, encontramos a profesores y profesoras que nos inspirarán los caminos a seguir, y luego podemos trasladar a la sociedad lo aprendido, lo buscado o las ambiciones por conocer más y también por servir mejor”.
Soledad Becerril ha realizado una concisa e ilustrativa semblanza sobre su labor en los diferentes cargos públicos ocupados en estos años, así como del contexto socio-político y cultural de su entorno, y se ha parado en temas esenciales contemporáneos como son la conciliación democrática, la presencia de la mujer en la vida profesional y universitaria, la defensa de los menos favorecidos, la inmigración o las víctimas del terrorismo. Finalizó con Cádiz, de la que confiesa que su historia “es verdaderamente admirable: como una ciudad se pone a una tarea que a todos comprende e interesa, cómo la ciudad se engrandece, como se convierte en un centro no solo de navegación y de comercio, sino de las artes, las letras y la política”.
A continuación, ha tomado la palabra la profesora de la Facultad de Filosofía y Letras, doctora Ana Sofía Pérez-Bustamante, como madrina de María Izquierdo. Igualmente, ha reconocido el honor que para la Universidad de Cádiz y su Claustro supone dar la bienvenida a “una profesora universitaria que a lo largo de su trayectoria ha desempeñado una importante función pública y ha sido una de las primeras mujeres que en el tardofranquismo, en la transición y en la democracia han contribuido a la conformación de nuestro estado de derecho”. Ha recordado que es “una mujer progresista y comprometida, partidaria del diálogo, la convergencia y el consenso, de la democracia interna de los partidos y de la actualización del marco constitucional en sintonía con la evolución de las mentalidades y el desarrollo en la coyuntura histórica”.
María Izquierdo ha afirmado que es un honor para ella el ingreso en el Claustro de la Universidad de Cádiz, tiene un “significado progresista inseparable de la mejor historia de España, promoviendo antaño y desde la Constitución de 1812, ideales muy adelantados para la época. Principios y valores que la vigente Constitución Española de 1978 ha querido heredar y recoger”. Asimismo, se ha congratulado por que la institución haya tenido la deferencia de aplazar más de un año esta celebración, esperando que mejoraran las circunstancias sanitarias y “poder disfrutarla como hoy hacemos, con el ceremonial y esplendor debido, superando las adversas circunstancias de la pandemia que nos asola”.
En su discurso de ingreso, ha compartido la voluntad de la UCA de “aumentar la presencia de mujeres entre los acreditados y excelentes doctores Honoris Causa de esta universidad, visualiza singularmente nuestra diversidad y pluralidad personal e ideológica”. De igual forma, ha tenido palabras de admiración hacia su compañera de distinción, de su larga y sólida trayectoria política: “un gran acierto que era necesario destacar para dejar constancia de que las constituyentes, mujeres, ya estábamos en 1979 activas aquí en Andalucía, desarrollando plenamente la agenda pre-autonómica, y el proyecto constitucional democrático nacional y regional”. No debemos olvidar, ha asegurado, “que el proceso de incorporación de las mujeres a la actividad política y nuestra visibilidad en estas tareas, respetando las distintas personalidades, sus diversas trayectorias biográficas y sus logros, son hechos indispensables como testimonio de la diversidad de género y del pluralismo que enriquece la Democracia”.
María Soledad Becerril Bustamante (Madrid, 16 de agosto de 1944). Es una política (UCD y PP) y profesora universitaria española. En 1981, fue nombrada ministra de Cultura, convirtiéndose en la primera mujer en asumir una cartera ministerial desde la Segunda República. En 1995, se convirtió en la primera mujer en ocupar la alcaldía de Sevilla. Del mismo modo, en 2012 fue la primera mujer en desempeñar el cargo de Defensora del Pueblo español, puesto que asumió hasta el 21 julio de 2017.
Licenciada en Filosofía y Letras, especializada en filología inglesa por la Universidad de Madrid, completó sus estudios en la Universidad de Columbia. Fue profesora en la Universidad de Sevilla. Fundó en esta ciudad la revista de información andaluza La Ilustración Regional, de la que fue consejera delegada. En 1974, ingresó en la Federación de Partidos Demócratas y Liberales, incorporándose después en el Partido Demócrata de Andalucía, que posteriormente se integró en la Unión de Centro Democrático.
Durante la primera legislatura fue nombrada por Leopoldo Calvo-Sotelo ministra de Cultura en diciembre de 1981, siendo la primera mujer que accedía al Consejo de Ministros desde la Segunda República. Permaneció en este cargo hasta diciembre de 1982. Fue elegida diputada en las elecciones generales de 1977 y en la I Legislatura por la UCD. En la cuarta, quinta y sexta legislaturas, fue elegida diputada en las filas del Partido Popular. Formó parte de la ponencia encargada de redactar el Estatuto de Autonomía de Andalucía. Alcaldesa de Sevilla desde 1995 a 1999 (siendo la primera y única hasta la fecha en ocupar dicho cargo). En 2004, fue elegida senadora por la provincia de Sevilla y, en 2008, diputada por la circunscripción electoral de Sevilla.
El 29 de junio de 2012 fue designada para el cargo de defensora del Pueblo de España. En junio de 2017 anunció su renuncia tras cinco años en el cargo. Posee distintas distinciones honoríficas, como la Dama Gran Cruz de la Orden de Carlos III (1982), la Medalla de Oro de Andalucía (2006), la Dama Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort (2017) o el Premio Manuel Clavero (2018), así como la Gran Oficial de la Orden al Mérito de la República Italiana (02/06/1999).
María Izquierdo Rojo (Oviedo, 13 de septiembre de 1946). Es filóloga, profesora universitaria, política española y referencia incuestionable del movimiento feminista español de las últimas cuatro décadas. Aunque de origen asturiano, vive en Granada desde 1973, donde ha desarrollado su vida profesional y política. Ha sido diputada desde la I hasta la III Legislatura y europarlamentaria durante las legislaturas III, IV y V.
Doctorada en Filosofía y Letras por la Universidad de Oviedo con una tesis sobre la narrativa de Juan Carlos Onetti, con la que obtuvo la calificación cum laude y el premio fin de carrera, trabajó primero en el Colegio Universitario de Málaga y se trasladó definitivamente a vivir a Granada en 1973, donde ha desarrollado su actividad profesional desde entonces, y en cuya Universidad ha sido profesora titular.
Ingresó en el Partido Socialista Obrero Español y en la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT en 1973. Ocupó cargos de representación en ambas formaciones, pronto se decantó por la actividad política, destacando su labor al frente de la reconstrucción en el interior del PSOE granadino durante los últimos años de la dictadura franquista. En las elecciones generales de 1977, fue elegida diputada al Congreso por la provincia de Granada, siendo reelegida en 1979 y 1986. Iniciado el proceso autonómico tras la Legislatura Constituyente, compaginó su labor parlamentaria con la creación de la estructura preautonómica de la Junta de Andalucía. En 1978, fue elegida parlamentaria por la circunscripción de Granada en la Junta Preautonómica de Andalucía, siendo consejera de la misma hasta su disolución en 1979. Participó además, en la Ponencia del proyecto de Estatuto de Autonomía. En 1982, fue nombrada secretaria de Estado para las Comunidades Autónomas. En 1989, fue elegida miembro del Parlamento Europeo, integrada en el Grupo Socialista, puesto que ocupó hasta 2004.
Desde 1979 a 1983, fue secretaria de Política Autonómica en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, formando parte de su Comité Federal socialista desde la legalización del partido hasta 1990. Al finalizar las tres legislaturas europeas como eurodiputada, se reincorpora a su plaza de profesora titular de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Granada, ejerciendo la docencia hasta su jubilación en septiembre del año 2015. Actualmente, es directora del Instituto para la Democracia y la Ciudadanía y presidenta de la Asociación Foro Veneranda Manzano.
Ha sido galardonada, entre otras distinciones y honores, con la Medalla al Mérito Constitucional, Premio Europa, Concejal de Honor del Ayuntamiento de La Tahá (Granada), Premio Federación Maria Lejárraga, (2010), Premio Clara Campoamor de Andalucía (2013), Premio Mariana Pineda (2013), Premio Rosa de Lima Manzano (Madrid de 2013 y en Burgos en 2015), Memorial Pablo Iglesias del C.E.D.I.S, Premio Meridiana (2018) y, en 2019, Premio Emilio Castelar.