No voy a hablarles de la célebre o celebérrima, observen que destreza con los superlativos, obra de Muñoz Seca. Ya me gustaría, que se trata de algo más serio que el panorama de la política local gaditana. No, me voy a centrar en el muchacho este que lleva el peso de la oposición a José María González Santos, el alcalde para quienes no lo reconozcan por su nombre y apellidos del Registro Civil o de la pila bautismal si prefieren. Me refiero al que lidera la oposición municipal. No, Romaní no es, o es qué no lo ven la carita de felicidad que tiene, que hasta anda con un pelín de sobrepeso. ¿No va a engordar si le están haciendo el trabajo? y él sentadito tan tranquilo recogiendo los votos que le está trabajando el otro, el verdadero líder de la oposición. ¿Ya saben quién les digo? ¡Qué no! que no es el de ciudadanos, sin ni siquera sé como se llama ese señor, me suena que es abogado y que le gustan los barquitos de vela, poco más, que si me ponen una grabación suya no reconozco ni el tono de su voz.
¡Ese! el del PSOE, el que es diputado provincial y va siempre tan pulcro. A ese caballero me refiero, yo siempre trato a la gente con deferencia incluso cuando el tratamiento es dudoso, no sean mal pensados que no es el caso. Bueno, que me disperso, pues que el verdadero líder de la oposición municipal lleva camino de vivir en sus carnes la venganza de Don Mendo, eso si con matices que no se crea que al final de la historia va a quedar victorioso. No me gusta ser agorero pero me da que su final va a ser más el de la cruel Magdalena que el del propio Don Mendo. Me explico. En la obra es la tal Magdalena la que traiciona si escrúpulos, delata, miente y hace lo que sea por escalar en esa sociedad feudal en la que vive, ¿ven ahora el símil? En Don Mendo veo a otros del PSOE de Cádiz y provincia, algún día escribiré algo del PSOE provincial que también anda con toques de opereta graves, y a muchos posibles agraviados y traicionados por este chico.
Pues que se sepa, como Muñoz Seca nos enseña, que todo mal se paga. Que si traicionas, serás traicionado. Que si engañas, serás engañado, Que si apuñalas, serás apuñalado. Cada felonía, hoy estoy que me salgo, se vuelve contra el felón. Así que este muchacho, aprendiz de cruel Magdalena, tiene los días contados. No es que lo vayan a matar que ya no son tiempos de estas cosas, ni a dejarlo tirado en la calle que los socialistas suelen tener su corazoncito. No, lo que se está pergueñando es la patada que le van a dar. Sólo falta por saber hacia donde va a encaminarle el patadón. Unos dicen que va a ser para arriba, a quitarlo de en medio por elevación, pero se me hace que no, que la lideresa andaluza no va a querer en su entorno puntero a un chaval que tiene gafe, si no me creen observen que desde que es secretario general en Cádiz el PSOE no es capaz de ganar unas elecciones en la ciudad ni aunque estas fueran por turnos como en la Restauración. No, la trianera no va a abrir la posibilidad de que haya patada hacia arriba. Luego está la posibilidad de patada para abajo, a lo redondo de la calle que le dicen. Yo, la verdad, esta patada tampoco la veo, tiene un exceso de crueldad y por lo que sé todos los agraviados no parecen malas personas. Aunque esto es política y ya saben que los buenos modos no abundan. La patada que yo veo es la denominada lateral, o sea que para arriba no que das yuyu, para abajo no que somos compañeros, pues entonces te haces a un lado y te aseguramos el sueldecito estos próximos tres años. Eso sí, no molestes en las cosas serias del ayuntamiento y del partido. Si eres bueno ya hablamos del futuro. Eso es lo que me comenta alguno de los suyos, que la patada lateral va ganando peso y que los de arriba, Triana, y los de abajo, las bases descontentas, se están acercando a esta opción. Rumore, rumore, como cantaba la Carrá, una grande voce que se extiende ya incluso en sus círculos cercanos, los que a la larga resultan los más peligrosos, que le pregunten a César un quince de marzo.
Lo dejo que me doy cuenta que esta venganza de Don Mendo gaditana es más un vodevil barato que una obra seria como la de Muñoz Seca. Que para hacer reír con inteligencia hay que tener arte. Y me callo la maldad que se me ocurre con esto último.