Aprobado un nuevo plan para frenar estos ataques, que contempla la asistencia jurídica para el afectado y la reparación económica
El Consejo de Gobierno ha aprobado el nuevo Plan de prevención y atención de agresiones para los profesionales de sistema sanitario público andaluz, que incorporará una nueva figura para el acompañamiento al profesional agredido, con formación específica, que ejercerán como guía en la prevención de agresiones y actuación ante las mismas, facilitando la asistencia sanitaria, psicológica, jurídica y administrativa que precise. Este profesional guiará al trabajador agredido desde que se produce el caso hasta el final del proceso, y estará entrenado en la gestión de todo el procedimiento para facilitarle todos los trámites si el profesional agredido así lo desea.
El nuevo Plan integra las aportaciones del grupo de trabajo creado por la Consejería de Salud y Familias y en el que han participado los agentes sociales, asociaciones de pacientes, letrados de la Administración Sanitaria y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Además, fue aprobado por unanimidad en la Mesa Sectorial de Sanidad y su objetivo último es reducir las agresiones y minimizar sus consecuencias.
El Plan recoge la puesta a disposición de los profesionales que lo deseen el uso de la aplicación para móviles Alertcops, que permite la geolocalización en las asistencias sanitarias a domicilio y la comunicación con los cuerpos policiales.
El nuevo plan establecerá canales ágiles y rápidos para que la persona que sufre una agresión ya sea verbal o física, no se encuentre solo momentos después de ser agredido y se facilitará atención psicológica durante el tiempo que sea necesario.
Las nuevas actuaciones potenciarán además las medidas de prevención entre las que se incluyen acciones de comunicación dirigidas a concienciar a los usuarios con campañas informativas explicando cómo funciona el sistema sanitario andaluz y qué puede o no puede hacer un profesional.
Se unificará, además, la cartelería institucional de tolerancia cero a las agresiones y los actos de repulsa que tengan lugar. La difusión de mensajes disuasorios en los centros sanitarios contribuye a la concienciación de los usuarios.
También se reforzarán las medidas de seguridad en los centros sanitarios y las condiciones de seguridad en los lugares de trabajo. Igualmente, el plan mejorará la coordinación entre los interlocutores policiales territoriales sanitarios, los interlocutores sanitarios, los directivos de los centros y las asesorías jurídicas provinciales que también se reforzarán. Asimismo, se fomentará la participación de los delegados de Prevención en la difusión entre los profesionales del contenido del plan.
La formación a los profesionales cobrará especial importancia y tendrá una doble vertiente: aprender a controlar situaciones conflictivas y qué hacer cuando se produce una agresión. En 2019, más de 4.550 profesionales se han formado en el curso de control de situaciones conflictivas y se han realizado hasta 26 iniciativas formativas.
Acciones judiciales y sancionadoras
Los servicios jurídicos del SAS, que asisten a todos los profesionales agredidos, solicitarán la reparación económica integral por la agresión sufrida por el profesional. Igualmente, en los casos que proceda, se solicitará la medida de alejamiento del agresor.
Además, se realizará una valoración exhaustiva de los daños causados en los centros sanitarios y de los gastos derivados de la posible baja laboral del profesional afectado y de su sustitución por otro trabajador.
La Consejería de Salud y Familias promoverá modificaciones normativas para posibilitar medidas sancionadoras para los usuarios que cometan agresiones. Estas medidas deberán incluir sanciones económicas proporcionadas al daño causado por el agresor y, en caso de insolvencia, plantearse algún tipo de trabajo compensatorio a realizar por el agresor.
Agresiones 2019
En 2019, el porcentaje de agresiones físicas respecto al total de agresiones registradas descendió en comparación con 2018. Así, de las 1.507 agresiones producidas en 2019, 289 fueron físicas (19,2% del total) mientras que, en 2018, de las 1.235 agresiones registradas, 267 los fueron (21,6%). Los datos reflejan que las mujeres son las que sufren mayoritariamente las agresiones (71% frente al 29% en hombres).
En cuanto al perfil del agresor, en el 62,5% de los casos se trata del usuario y el resto son acompañantes (37,5%). Cuando la agresión se produce por parte de acompañantes, son las mujeres acompañantes las que agreden en mayor proporción mientras que, en el caso de que la agresión se produzca por parte de usuarios, son mayoritariamente hombres.
El mayor porcentaje de agresores se concentra en jóvenes entre 18 y 35 años (32,6% del total). En cuanto a los profesionales agredidos, en el caso de las mujeres, las trabajadoras afectadas se concentran en la franja de edad de 18 a 35 años (29,7%) y, en el caso de los hombres, las agresiones se concentran en la franja de edad de 56 a 65 años (37%).
Actualmente, los centros sanitarios andaluces cuentan con más de 44.000 elementos de seguridad de distinto tipo, entre los que destacan: 3.731 cámaras de seguridad, 5.410 timbres en consulta, 1.049 consultas comunicadas con interfonos, 14.235 teléfonos en consultas, 3.711 salidas alternativas o 14.464 terminales en puestos de trabajo en consultas que cuentan con el software antipánico instalado.