El Personal Técnico de Integraión Social (PTIS) e intérpretes de lenguaje de signos se han concentrado este martes ante la sede de la Delegación de Educación en el primero de los dos días de huelga que han convocado este mes de febrero. El miércoles se trasladarán a Sevilla, donde tienen previsto concentrarse de nuevo, esta vez ante el Palacio de San Telmo.
El colectivo ya secundó un día de huelga el pasado enero y tienen previsto convocar tres días más en marzo si la Consejería de Educación no atiende su reivindicación, que no es otra que la subrogación de sus contratos ahora que la Junta de Andalucía tiene previsto asumir, desde el mes de septiembre, el servicio con personal propio.
Los PTIS e intérpretes de lenguaje de signos son trabajadores externalizados que, aunque desempeñan sus funciones en colegios públicos, son contratados por empresas a los que la administración autonómica encarga la prestación del servicio.
Según el representante de CCOO, Sebastían Halcón, «la Junta pretende poner en la calle a casi 1.400 trabajadores, aproximadamente 300 de la provincia de Cádiz». Halcón defiende que estos trabajadores deberían ser subrogados por la Junta de Andalucía porque «al igual que cuando ha cambiado el servicio la Junta ha obligado a que la empresa que entraba subrogara a estos trabajadores, la administración debería hacer lo mismo».
Los afectados pretenden denunciar ante los juzgados de lo social una cesión ilegal de trabajadores al entender que para desempeñar sus funciones reciben órdenes de los equipos directivos de los colegios, no de personal de la empresa a la que pertenecen, con la que dicen no tener ninguna vinculación. Halcón ha manifestado que «ya tenemos varias sentencias ganadas en este sentido».
De momento este colectivo tiene asegurado su empleo hasta junio, pero la intención de la Junta de Andalucía es la de cubrir estas plazas con personal procedente de la Bolsa Única de Empleo puesta en marcha recientemente por la administración autonómica para el próximo curso.