El alcalde critica la “desastrosa gestión” de la crisis del coronavirus que está realizando el Gobierno andaluz, y reclama que no se restrinja en la fase 3 el flujo de personas entre las provincias que cuentan con todos los avales sanitarios para ello
El alcalde de Cádiz, José María González, critica a la vez que lamenta la “desastrosa gestión” de la crisis del coronavirus que está llevando a cabo la Junta de Andalucía, improvisando y con luchas internas entre el Partido Popular y Ciudadanos.
Al respecto, el primer edil señala que la Junta “lleva pidiendo las competencias al Gobierno Central desde que comenzó el Estado de Alarma, hablando de improvisación desde el primer día. Y ahora, cuando les dan las competencias, no saben qué hacer, discuten entre ellos, no siguen criterios y tienen a Cádiz y el resto de provincias como rehenes de sus disputas internas”.
González mantiene que, “ante todo, se debe poner en el centro a la salud, y ello no se logra ni con improvisación ni con luchas internas entre dos partidos”. “Si Cádiz y otras provincias tienen todos los avales sanitarios para permitir el flujo de personas en la fase 3, no tiene ningún sentido que se restrinja de esa posibilidad a las personas, con todos los perjuicios económicos y sociales que ello conlleva”, defiende el regidor.
Por ello, lamenta que los dirigentes de la Administración andaluza, “ahora que tienen que tomar decisiones sobre la desescalada, monten un sainete y no tengan la valentía siquiera de tomarlas”. “Cuando la responsabilidad era del Gobierno central, no paraban de exigir más e ir más rápido que nadie. Pero ahora que es cosa de ellos echan el freno y paralizan la toma de decisiones con todo lo que conlleva para Cádiz y el resto de Andalucía esta paralización”.
Para el alcalde de Cádiz, ésta es una muestra más de la “desastrosa gestión” del Gobierno andaluz con respecto a la crisis originada por la pandemia de la Covid-19. Y en este punto recuerda las críticas y denuncias que ha recibido la Junta por no dotar al personal sanitario de material de protección, además de por dejar a los niños y niñas sin la continuidad alimentaria ante la emergencia social por el coronavirus y por profundizar en la brecha digital desatendiendo al alumnado sin medios electrónicos ni tecnológicos.