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Vie. Abr 19th, 2024

Nuria Álvarez: «Es habitual que las rampas de los autobuses del transporte público tengan problemas»

La edil popular tuvo que esperar 40 minutos hasta que los operarios de la empresa pudieron accionar de forma manual la rampa de minusválidos para poder apearse de un autobús de la línea 1

La concejala del Partido Popular, Nuria Álvarez, sufrió este martes un percance que la retuvo durante 40 minutos en el interior de un autobús de la línea 1 al no desplegarse de manera adecuada la rampa de minusválidos.

La edil, que se dirigía desde su domicilio hasta Segunda Aguada para asistir a la inauguración del pasaje Inocencio Gómez, Nino, había quedado en la parada del Hospital Puerta del Mar con su compañera de bancada, Carmen Sánchez, para desde allí dirigirse juntas hasta el lugar del acto.

A pesar de que la rampa de minusválidos funcionó sin problemas a la hora de tomar el transporte, no fue así en el momento de apearse. El bordillo de la acera de la parada del Puerta del Mar «es muy alto», según el relato de la propia edil, y la plataforma chocaba continuamente con la acera, sin que el mecanismo pudiera posarse adecuadamente sobre la plataforma. El problema, según la versión de Nuria Álvarez, radicaba en que el sistema de basculación del vehículo no funcionaba. Este medio se ha puesto en contacto con personal de la empresa que ha manisfestado que la zona de la parada del Puerta del Mar ha sufrido muchos reasfaltados lo que impide que los vehículos puedan accionar el sistema de basculación porque podría poner en peligro la estabilidad de los mismos sin poder aclarar si en ese caso concreto el mecanismo funcionaba o no. Fuera cual fuese la causa el caso es que tras reiterados intentos la plataforma no pudo desplegarse de manera adecuada.

Tras diez minutos de espera los ocupantes del vehículo fueron reubicados en otro autobús para que pudieran proseguir viaje. Con el vehículo desocupado el conductor siguió intentando accionar la rampa, incluso desplazando el vehículo para buscar una zona en el que el bordillo estuviera más bajo. El propio conductor se ofreció a bajar a pulso la silla, a lo que la concejala se negó por temor a que la silla motorizada que emplea «pudiera sufrir algún daño del que nadie se hiciera responsable». «Si llego a tener una silla manual me podrían haber bajado», especifica.

Tras cuarenta minutos de intentos infructuosos un equipo de operarios de la empresa de transporte pudo desplegar la rampa de forma manual y descender a la pasajera de manera segura.

«Las personas con movilidad reducida tenemos derecho a subir libre y autónomamente al transporte público »

Nuria Álvarez ha recordado que esta es la segunda vez que le ocurre un percance de este tipo y que si se ha embarcado en esta aventura como concejala en el Ayuntamiento es para dar voz a las personas que, como ella, tienen problemas de movilidad. «Las personas con movilidad reducida tenemos derecho a subir libre y autónomamente al transporte público».

«Al igual que un vehículo no saldría de la cochera sin frenos, tampoco debería hacerlo sin que la rampa funcione adecuadamente», ha lamentado. La edil se ha quejado de que es habitual tener que dejar pasar autobuses con la rampa inutilizada y esperar otro vehículo, «hasta tres autobuses he tenido que esperar en alguna ocasión».

«Hay que aprobar el pliego del servicio de transportes»

Para Álvarez sería necesario la aprobación del pliego del servicio de transportes para acabar con estos problemas. «Es fundamental que la empresa tenga claro y por escrito las condiciones del servicio que presta y que se cumpla».

La edil recuerda hace cuatro años se aprobó la Agencia de la Discapacidad que «se aprobó en pleno pero no existe». Cuenta que ha conocido casos a través de la Federación Gaditana de Personas con Discapacidad Física (FEGADI) de personas con problemas graves de movilidad sobrevenida, como por ejemplo los que sufren secuelas de ictus, «que no sabían a donde ir». Por eso pide «que el pliego se redacte, se apruebe y se cumpla».

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