El Hospital Universitario Puerta del Mar ha alcanzado más de 250 tratamientos avanzados en pacientes con ictus; concretamente el pasado febrero se realizó la trombectomía mecánica mediante procedimiento endovascular número 100, a lo que hay que sumar los cerca de 150 tratamientos intravenosos. Gracias a la puesta en marcha de estas técnicas, el centro sanitario gaditano se convirtió el 1 de marzo de 2016 en unidad de referencia para el abordaje de pacientes de toda la provincia.
El ictus constituye uno de los principales problemas de salud en la actualidad, por lo que el director gerente del Puerta del Mar, Fernando Forja, ha ofrecido una rueda de prensa en torno a esta enfermedad, acompañado de algunos de los profesionales implicados, a nivel intrahospitalario en su tratamiento: los directores de las unidades de gestión clínica de Neurología, Neurocirugía y Cuidados Intensivos, Miguel Ángel Moya, José Luis Gil Salu, y José Rubio, respectivamente, así como Juan García Villanego, facultativo responsable en las técnicas de intervención endovascular, y el jefe de sección de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor, Antonio Pernia.
En España, el ataque cerebrovascular constituye la primera causa de muerte en la mujer y la tercera en el varón tras la cardiopatía isquémica y el cáncer de pulmón. Constituye además el 10% de la mortalidad global a nivel mundial, siendo la segunda causa tras la cardiopatía isquémica. También es la primera causa de discapacidad y la segunda causa de demencia con las consiguientes alteraciones en el entorno familiar y social que esto produce.
Los avances que se han producido en los últimos años en el campo de las técnicas diagnósticas y terapéuticas han convertido al ictus en una enfermedad tratable con la consiguiente disminución de la mortalidad y las secuelas de estos enfermos. Así, existen tratamientos específicos altamente eficaces, pero que deben ser administrados en las primeras horas.
Si un paciente con ictus llega al hospital antes de las primeras cuatro horas y media desde el inicio de los síntomas existe la posibilidad de administrar tratamiento intravenoso (fibrinolisis) con objeto disolver los trombos responsables de la sintomatología. Si no se dan esta circunstancia, se recurre a las técnicas de intervención endovascular (trombectomía), que permiten la extracción mecánica del trombo consiguiendo que se restaure la circulación cerebral para impedir que el daño causado en el cerebro por el ictus sea el mínimo posible. Con estas medidas pueden abordarse un 85-90% de los ictus y se amplía la ventana de tratamiento hasta las 24 horas, en determinadas circunstancias.
Estos tratamientos endovasculares avanzados, que están a la vanguardia en el abordaje del ictus agudo, requieren tal nivel de especialización y organización que tan solo pueden administrarse en centros especializados. El Hospital Puerta del Mar se convirtió el 1 de marzo de 2016 en centro de referencia provincial para la realización de tratamientos avanzados en pacientes con esta patología, siendo en su día el primer centro de Andalucía en disponer de estas terapias las 24 horas del día.
‘Código Ictus’ y unidades
Para llegar a estos tratamientos, hace necesario la coordinación de los diferentes niveles asistenciales para asegurar el mínimo tiempo de respuesta que permita la rápida evaluación y tratamiento del paciente.
En este sentido, se ha mostrado fundamental la implantación del llamado ‘Código Ictus’ que hace referencia a la actuación coordinada de los servicios de urgencias extrahospitalarios con los servicios hospitalarios que atenderán al paciente. Una vez en el medio hospitalario, se requiere articular respuestas coordinadas entre todos los sectores y agentes implicados. Gracias a esta adecuada coordinación, en los dos años de funcionamiento del Hospital Puerta del Mar como centro de referencia se han activado más de 400 códigos ictus.
Otro avance determinante en el manejo de esta enfermedad ha sido la creación de las unidades de ictus que son estructuras geográficamente delimitadas dedicadas a la asistencia específica de los pacientes con ictus. Estas unidades (la del Puerta del Mar data de 2014) son coordinadas y atendidas por neurólogos pero necesitan de la colaboración indispensable de otras especialidades médicas relacionadas (urgencias, neurorradiología, anestesiología y reanimación, rehabilitación, neurocirugía, cuidados intensivos, medicina interna, cardiología, cirugía vascular, etc.). El manejo de estos enfermos en las Unidades de Ictus ha demostrado que mejora la evolución disminuyendo la probabilidad de sufrir complicaciones y también la probabilidad de dependencia.
Forja ha querido reconocer públicamente el esfuerzo que realizan todos los sanitarios implicados en el abordaje del ictus, “especialmente cuando dicho esfuerzo se refleja en resultados y mejoras para los pacientes con esta grave patología”. Asimismo, los profesionales presentes en la rueda de prensa han querido resaltar que ellos representan a sólo una mínima parte de un nutrido equipo de trabajadores que se activan ante la llegada de un paciente con esta enfermedad, y sin los que sería posible esta atención: enfermería, celadores, auxiliares, técnicos, facultativos de diversas especialidades…
Síntomas
Para poder beneficiarse de este tipo de tratamientos es imprescindible, además, detectar de forma precoz los síntomas sugestivos de estar sufriendo un ictus, como son entumecimiento, debilidad o parálisis repentina de la cara, el brazo, de la pierna o de la mitad del cuerpo; confusión repentina; dificultad para hablar o entender; pérdida de visión brusca de uno o ambos ojos; dificultad repentina para caminar, pérdida de equilibrio o coordinación; y cefalea intensa, repentina y sin causa aparente asociada a náuseas y vómitos (no achacables a otras causas).
Una vez identificados los síntomas se debe avisar inmediatamente los Servicios de Emergencias Extrahospitalarias (061, DCCU) para que acudan a valorar al enfermo y se comuniquen con el neurólogo de guardia del hospital y poder activar el código ictus. Una vez activado, la coordinación de todos los profesionales implicados, como se ha reiterado hoy a los periodistas es total, no solo médicos de diferentes servicios, sino también profesionales de enfermería, auxiliares, celadores, técnicos y un largo etcétera.