He escuchado en directo por la tele las palabras de Patricia, la madre de Gabriel y me han llegado a lo hondo.
Lógicamente es terrible lo que ha vivido ella y su ex marido.
Todos estamos superindignados. Es demasiado fuerte tener que pasar por eso. Pero, mientras en las redes sociales llueven las reacciones de ira, odio, deseos de venganza y hasta de linchamiento a quien ha cometido semejante crimen, ella, en medio de su enorme dolor, ha tenido unas palabras que a mí al menos, me han llegado al corazón, a lo más hondo:
«Que nadie hable más de esta mujer …»
«En memoria del Pescaíto, pido que no se extienda la rabia….que queden las buenas personas, las buenas acciones y la imagen de Gabriel.»
«Que nadie retuitee cosas de rabia. Ese no es mi hijo y esa no soy yo.»
Es difícil poder saber cómo reaccionaríamos cada uno de nosotros en circunstancias similares, pero hoy Patricia nos ha dado una lección a todos. El odio, los deseos de venganza, la ira…no valen para nada. Son reacciones comprensibles ante una tragedia de enorme calibre y ante un ser inocente como Gabriel, porque todos sentimos una gran indignación, pero las palabras de Patricia hoy dicen mucho de su calidad como persona, de su nobleza de sentimientos, que son muy superiores a los deseos de venganza, de odio, de violencia…
Dejemos que la justicia actúe. Seguro que las penas que le caerán a la persona que ha cometido ese cruel asesinato serán muy duras como un hecho así se merece.
Pero no fomentemos los deseos de venganza ni de odio, ni de rabia, como nos pide su madre.
Desde aquí todas mis condolencias para esa madre, para ese padre y demás familiares, compañeros y amigos.
D. E. P. Gabriel
Juan Cejudo