Este mes de marzo dos colectivos muy numerosos se están dejando sentir en nuestras calles con gran fuerza: los pensionistas y las mujeres.
Los pensionistas, que ya salieron a las calles recientemente con movilizaciones multitudinarias en toda España protestan y con razón, contra la subida mísera de las pensiones de un 0,25%. Desde el Gobierno dicen que no se puede subir más porque no hay dinero. Pero sí vemos cómo hay dinero para rescatar autopistas, para rescatar a la banca con más de 60.000 millones de euros, para gastos en armamento y defensa, siempre muy superiores a los consignados inicialmente en los presupuestos y para tantas y tantas cosas superfluas…
La movilización pensionista no es una reivindicación egoísta de mejorar sus pensiones, sino una lucha en defensa de las pensiones públicas. Recordamos al Gobierno que no es una gracia que concede, sino un deber constitucional (art. 50) del Estado sostener unas pensiones públicas dignas.
Los pensionistas no solo reivindican el aumento como mínimo con el IPC, sino que demandan otras muchas cuestiones de verdadera justicia (jubilación a los 65 años, recuperar el subsidio para mayores de 52 años, pleno funcionamiento de la ley de dependencia etc.)
No sólo mejorar las pensiones actuales, sino consolidar las futuras, como públicas, sin privatizarlas ni dejarlas al albur del mercado y la banca. Y para ello, mejorar las condiciones laborales actuales, derogando las reformas laborales que han causado tanta precariedad.
Más de 9.500.000 pensionistas es un colectivo demasiado numeroso para que no se les preste atención a sus demandas. Son 9.500 000 votos que pueden influir y mucho en unas elecciones generales.
Las mujeres por otra parte, (la mitad de la población) han dado todo un ejemplo con esa huelga general de 24 horas (según la convocatoria de algunos sindicatos) o de 2 horas parciales según otros que ha tenido una muy importante incidencia, así como las movilizaciones verdaderamente multitudinarias en más de 100 puntos de la geografía nacional. Ha sido una jornada internacional pero con un importantísimo seguimiento en nuestro país. Una huelga de consumo, de cuidado, laboral y educativa.
Las mujeres reivindican y con toda razón igualdad, no ser discriminadas por razón de género.
Por eso gritaban en su manifiesto:
“¡BASTA! de agresiones, humillaciones, marginaciones o exclusiones “ “¡BASTA! De violencias machistas, cotidianas e invisibilizadas”,
“BASTA! De opresión por nuestras orientaciones e identidades sexuales! “
Como colectivo de creyentes estamos contra todo tipo de injusticia, contra todo tipo de discriminación y marginación y a favor de los derechos humanos de todos los colectivos y personas. También contra la discriminación e injusticia que se da al interior de nuestra Iglesia, como recientemente denunciaban unas religiosas en el suplemento del Observatore Romano.
Por eso queremos solidarizarnos con estas justas causas de feministas y pensionistas.
Y animamos a todos a seguir participando de las movilizaciones que estos colectivos-como otros-seguirán convocando. La próxima cita, la convocada por los pensionistas el próximo día 17 de marzo, en más de 100 localidades del Estado.
Moceop (Movimiento por el celibato opcional)