El secretario general de FICA-UGT en Cádiz, Antonio Montoro, ha anunciado este martes una «nueva reunión» con los empresarios para tratar de alcanzar un acuerdo que acabe con la huelga del metal. «Se le va a dar una propuesta a la patronal, se le va a poner en la mesa y nos vamos a volver, y cuando tengan la capacidad de firmarla que nos llamen, porque si lo que pretenden es desgastarnos para firmar ya hemos demostrado que hemos venido tres veces, y si hay que ir cuatro iremos cuatro», ha advertido.
En declaraciones a los periodistas minutos antes de la manifestación que este martes ha recorrido la avenida principal de Cádiz, Montoro ha asegurado que «esa propuesta no llega a las expectativas, porque es absurdo, si llegara se habría firmado».
En este sentido, el secretario general ha indicado que «en la propuesta que los trabajadores hacen no se renuncia a los atrasos, lo que se dice es que en esos atrasos se compensen los días de huelga que llevan los trabajadores, porque los que lo sufren son ellos».
Además, ha detallado que «la patronal dice que el primer año la retroactividad es desde junio, es decir, que no pagan los atrasos hasta primero de año; ellos sólo ponen a tabla el 2 por ciento, y luego en el último año te dice que te regulariza el IPC y te da una paga pero no te lo pone en tabla, es decir, que al final los trabajadores pierden un 6 por ciento, y lo que se pierde en tabla lo pierde un trabajador para toda la vida».
No obstante, ha pedido «responsabilidad» a la patronal porque los trabajadores «tienen muchas amenazas en lo alto de la mesa de que las empresas van a cerrar, de que se van a perder puestos de trabajo, que Cádiz no puede tener este convenio porque si no no viene trabajo…», una situación que se vive «de hace muchos años, por eso los trabajadores están en la calle, porque ya no se lo creen, ya los trabajadores dicen ‘si tiene que cerrar, que cierre, pero lo que gane que sea dignamente'».
Por otra parte, Montoro ha afirmado que «otra cosa que hay que cerrar en el acuerdo es que en los acuerdos a más años hay que dejar muy claro el tema de los eventuales, porque el 75 por ciento es eventual, y como los atrasos se hacen siempre a final de año cuando el IPC se regula, si hay un eventual que lo hayan despedido en mayo no va a cobrar los atrasos, ni lo va a reclamar porque sabe que no lo van a llamar más».
Por esto, ha asegurado que «hay que cerrar que aquel eventual que se liquide en mayo no se espere a diciembre para darle los atrasos, sino que se le den a la fecha del despido».
En relación a la respuesta policial, Montoro ha resaltado que los trabajadores «no son terroristas, no hay violencia, hay necesidad», y ha calificado «de vergüenza» la actuación del Gobierno el pasado lunes en la barriada del Río San Pedro. «Eso tiene que pagarlo», ha manifestado antes de pedir a la Junta «que no medie más y que fuerce a los empresarios a firmar, que para eso se llevan muchas ayudas también». «Mañana vamos a ir, pero la intención es decir ‘esto es lo que hay, si usted está dispuesto a firmarlo lo firma, y si no me llama cuando vaya a firmar'», ha reconocido el secretario general de FICA.
En cuanto a las propuestas presentadas por los sindicatos, Montoro ha detallaso que «se le pide a la patronal un 2,5 por ciento fijo, que es el que no genera atrasos desde enero» y «con ese atraso que no genera la intención es que se compense los días de huelga de los trabajadores, para que en esta fecha, crítica además, los trabajadores no tengan esa merma, porque mucho de ellos cobran 1.000 euros».
Además, la intención de los trabajadores es que «con lo que falta del IPC de lo que haya que regularizar a final de año, el 80 por ciento vaya a tabla y el 20 vaya a una paga, eso en los dos años, ellos siguen hablando de tres, pero para firmar un año más lo tienen que pagar», y ha avisado que «si quieren un tercer año tienen que pagar un 100 por cien de todo».
No obstante, ha afirmado que desconoce «si el acuerdo está más cerca o más lejos, lo que sí está claro es que lo que se va a pelear». «Tenemos el apoyo de mucha gente, esto no es un problema de sindicatos, ni de partido, es un convenio colectivo de trabajadores, no hay tiempo para pelea y el objetivo es la patronal», ha advertido.
Por último, el secretario general de FICA-UGT ha recordado que «una de las amenazas que dice la patronal que vienen empresas de fuera, que van a quitar el trabajo», pero Montoro ha asegurado que «en Cádiz no se puede trabajar con un convenio de fuera, la ley no lo permite» y ha detallado que «se ha denunciado a una empresa de Albacete que está haciendo la termosolar de San José del Valle pagando el convenio de Albacete».
Por otra parte, uno de los portavoces de la Coordinadora de Trabajadores del Metal, Jesús Galván, ha pedido a los políticos «que creen fórmulas y mecanismos para que el convenio, una vez firmado, se respete», al tiempo que se ha preguntado «quién no quiere que se le suba el sueldo a la clase trabajadora», porque «cualquier colectivo, en precario, necesita poder adquisitivo».
Asimismo, ha apuntado que «el trabajador de este país lo que necesita es adquirir poder, traducido en derechos, el derecho a asistir a un familiar cuando está enfermo, o coger unas vacaciones y saber que se va a conservar el puesto de trabajo a la vuelta». «La pelea no va a acabar, los compañeros van a entrar a trabajar, por supuesto, y no es una derrota, porque entendemos que hay que entrar, tenemos familias, dificultades y contratos eventuales, y todo eso conlleva a una comarca que no tiene igualdad social, falta economía», ha explicado antes de incidir en que «no somos unos radicales, queremos una sociedad igualitaria para todos».
Igualmente, Óscar Reina, secretario general del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), ha explicado que «se apoya la huelga de los compañeros del metal porque es una causa justa y lo que están pidiendo es razonable porque mientras el nivel de vida sube un 5 por ciento ellos piden una subida del 3 por ciento». «La patronal se llena la boca diciendo que falta mano de obra, pero no falta mano de obra, falta vergüenza patronal», ha asegurado antes de incidir en que «algunos se extrañan de que arda Cádiz, pero lo raro es que no arda también el resto de Andalucía con las condiciones de precariedad y miseria que hay».
Por último, en cuanto a la respuesta policial, Reina la ha tildado de «desproporcionada». «Ya está bien de represión y de criminalizar la lucha, lo que se está pidiendo es algo de extrema justicia y necesidad», ha finalizado.